La arriesgada y generosa decisión de Pablo Iglesias

Una decisión arriesgada y, al mismo tiempo, generosa la de Pablo Iglesias al renunciar a la Vicepresidencia Segunda del Gobierno de Progreso para presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid y, de ese modo, dar la batalla a Díaz Ayuso y a Vox, a los “corruptos criminales fascistas que quieren volver a hacer de España una dictadura como en los tiempos más negros de Franco”, ha dicho Iglesias. Una decisión arriesgada y generosa, porque está en la tesitura de no ganar “la batalla de Madrid” y quedarse sin sueldo y si está en la oposición en la Asamblea de Madrid, sólo cobraría dietas de asistencia que le supondrían unos 800 (ochocientos) euros mensuales, a veces ni  eso. Desde que Isabel Díaz Ayuso convocó alecciones en Madrid, Pablo Iglesias decidió presentarse a esos comicios para tratar de sacar a la fascista presidenta madrileña de su poltrona.

Los tertulianos de derecha han incidido en el “oportunismo y en el machismo” de Iglesias,  obviando que la portavoz y candidata de Unidas Podemos en Madrid, Isa Serra, está pendiente de una posible condena del Tribunal Supremo a un año y siete meses, que además la inhabilitaría para presentarse a las elecciones de mayo, todo por unas trifulcas que se originaron en el madrileño barrio de Lavapiés por un desahucio que Serra intento evitar con otros compañeros de Podemos Madrid. El colmo de los colmos es que algunos mercenarios de la pluma y de la palabra acusaron a Iglesias de machista al desplazar a Serra, obviando este detalle jurídico, cuando además de los siete diputados de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, cinco son mujeres y dos hombres. Menudo machismo. Cuando además propuso a Más Madrid ir juntos en la misma papeleta electoral se declaró dispuesto a unas primarias con Mónica García, portavoz errejonista, y ocupar el lugar en la lista que le deparara esas primarias- Pero llegó el “niño Errejón” y dijo que no, que de arrejuntarse con Unidas Podemos nada de nada. A Íñigo todavía le escuecen las tres derrotas democráticas que ha sufrido con Pablo Iglesias en sendos Consejos Estatales de Podemos, y se ve que le come el rencor.

Pero le generosidad de Pablo Iglesias no se circunscribe a la “batalla de Madrid”, al mismo tiempo propuso a Yolanda Díaz a la Vicepresidencia del Gobierno conservando el Ministerio de Trabajo, y anunció que sería la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales. Tres en uno, majo y limpio, sacrificando sus opciones personales pensando en lo mejor para UP. Si Yolanda Díaz había pensado que el proyecto de Iglesias de que sería en el futuro candidata a la presidencia de España era flor de un día, tras una comida y prolongada charla con Iglesias se convenció del generoso propósito del hasta ahora Vicepresidente Segundo del Gobierno y tuiteó esa misma tarde “llegamos aquí para cambiar las cosas y mejorar la vida de la gente, de las personas, y Pablo Iglesias siempre ha defendido este objetivo político. Lo ha demostrado en el Gobierno y lo sigue demostrando ahora con esa valiente y necesaria candidatura que unirá con fuerza e ilusión al Madrid que más queremos”, expresó Yolanda Díaz.

La apuesta de Iglesias es arriesgada para su futuro político, pero ha pensando que debía hacerlo, y lo ha hecho, decidir enfrentarse a la fascista Isabel Díaz Ayuso, una defensora del terrorismo franquista y que además le encanta que la califiquen de fascista. “Cuando te llaman fascista es que estás en el lado bueno”, y remata que “en Vox hay políticos de gran calado, de alto relieve”. A esta energúmena es a la que quiere derrotar Pablo Iglesias, aunque de aquí al 4 de mayo la prensa de derecha y extrema derecha le van a decir de todo, incluso le van a culpar de la pandemia del coronavirus, aunque a Iglesias lo único que le preocupa es el corona Borbón.