Espacio de opinión de Canarias Ahora
El Banco de España y las cajas canarias
El Informe de Autoevaluación de Capital, que es como el regulador ha denominado este ejercicio, obliga a las entidades a calcular, tomando como base los datos de cierre de marzo, cómo sería su situación en tres supuestos diferentes de gravedad de la economía. El Banco de España quiere conocer si los bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito son lo suficientemente solventes para superar las duras condiciones que se les vienen encima o si, por el contrario, necesitan ayudas públicas o fusiones para subsistir. No habrá publicidad de los resultados y el gobernador los guardará como un gran tesoro. Cuando termine de analizarlos, dará las órdenes que crea convenientes, pero con discreción. Y concluye la periodista Virginia Zafra desde “Público” diciendo que la mayoría de las entidades que tendrán que reforzar su solvencia para salir adelante serán cajas de ahorros. Porque la debilidad que muchas de ellas ha demostrado en esta crisis la necesidad de introducir cambios en su modelo. El Banco de España pidió al Gobierno que modificara su estatus jurídico para, entre otras cosas, que los bancos pudieran comprar cajas, pero los grupos parlamentarios han decidido no hacer cambios por ahora: “Desde el propio sector de cajas quieren reducir el poder político en sus órganos de gobierno, facilitar las fusiones interregionales y tener más fácil la captación de capital. Pero tienen muy difícil conseguir su objetivo porque las comunidades autónomas no están dispuestas a ceder al Estado el control que ejercen sobre sus cajas”.
Por fortuna, y gracias a los cuatro héroes políticos que acabaron con el caciquismo de su anterior director general, la Caja Insular es hoy la entidad canaria con mayor calidad de servicio, atendiendo a los resultados del Informe de Calidad Objetiva en Redes Comerciales Bancarias, que elabora una consultora independiente y que cuenta con los resultados del análisis de más de 6.000 oficinas de 105 entidades financieras españolas. La Caja de Canarias ha conseguido una calificación que la sitúa por encima de la media del sector y una mejor evolución con respecto al año 2007, en un contexto de descenso generalizado con una caída de 40 décimas. El nuevo director general, Juan Manuel García Falcón, ha alabado la red de oficinas por su trabajo y esfuerzo realizado. Nada de aventuras políticas o mediáticas, sueldos directivos astronómicos, indemnizaciones multimillonarias, dudosas inversiones inmobiliarias o bolsísticas ni afanes de notoriedad social, sólo trabajo discreto y eficaz. Todavía golpean en la memoria los tiempos en que el director general Juan Francisco García quería emular a Mario Conde y al igual que el ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, alias “Cachuli”, Ruiz Mateos u Hormaechea, pedía entrada en la Universidad: el presidente de Banesto fue laureado por el rector del PP en la Complutense, Gustavo Villapalos, que lo obsequió con un doctorado “honoris causa” mientras García se colaba en el Patronato de la Fundación Universitaria de Las Palmas (FULP). Y desde luego que puede dar lecciones: cobró casi 4 millones de euros en indemnizaciones al dejar el cargo, del que los siguientes responsables y el Gobierno nacionalista de Adán Martín le acusaban de dejar un “pufo” cercano a los 50 millones de euros. Cada maestrillo tiene su librillo y el de García parece en esta materia muy voluminoso...
Federico Utrera
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