La tenemos cogida con Paulino

La última agresión son las tres medidas que acaba de anunciar Paulino contra la crisis económica que, seguramente, saldrá más lustrosa de ésta. Dirán lo que quieran sus defensores pero manda huevos que el tal paquete gubernamental no sean medidas directas en su esfera de competencias sino lisa y llana disposición del dinero y las expectativas ajenas. Y que, encima, las proponga a pelo no ya sin valorar sus posibilidades de realización sino sin siquiera haber sondeado previamente las posibilidades de llevarlas a efecto.

La primera de ellas, la subvención al 100% del transporte de productos básicos entre islas. Espera sacarle las perras a la UE vía RUPs, como si se tratara de una bolsa tan inagotable que ya no saben ni donde gastarse los cuartos. Ni media palabra de controlar la distribución para evitar fraudes y encarecimiento indebidos. El mal funcionamiento desde los puertos de entrada al consumidor final se arregla no con mayor eficiencia sino con subvenciones que “intentará” conseguir en el futuro.

De la segunda, la adquisición de viviendas privadas para calificarlas como de promoción pública ya es de nota. Da por descontado que hay promotores con dificultades a los que puede buitrear o a los que puede hacerles el favor de comprarles lo que no puedan vender. No sabe cuántas viviendas hay susceptible de compra y tampoco especifica si pretende adquirirlas a precio de mercado ni si, en el caso que planee hacerse con ellas por debajo de dicho precio, estarían los promotores dispuestos a desprenderse de ellas. Tampoco está muy claro si busca beneficiar a la parte contratante de la primera parte o a la parte contratante de la segunda parte o a la parte contratante de la segunda, ya decidido a convertir a su Gobierno en marxista (de Groucho, claro).

En cuanto a la utilización de los fondos RIC para obra pública sólo les diré que es propuesta más vieja que mear de pie y que viene a ser, más o menos, como en el cuento del pícaro que salda con un amigo su deuda de 100 para pedirle en el mismo acto que le preste 300.