Espacio de opinión de Canarias Ahora
Energía y agua: un fracaso ''popular'' por Nestor Hernández
La consabida y aplastante dependencia del petróleo en la producción energética de Canarias. El petróleo ocupa el primer puesto de nuestras importaciones, ascendiendo a más de 1.200 millones de euros cada año.
El fracaso político canario en la generación de energías renovables. Las condiciones naturales de Canarias para la energía eólica son inmejorables: la constancia de los vientos alisios y sus escasas turbulencias propicia que en Canarias los aerogeneradores puedan producir unas 3.200 horas/año, frente a las 2.200 horas/año de media en la Península. De hecho fuimos los pioneros en generación eólica. Sin embargo, a día de hoy estamos a la cola y únicamente Cantabria y Baleares tienen menos potencia eólica instalada que Canarias. Así, mientras la energía eléctrica final de origen renovable producida en España alcanzó el 32,4% en 2010, en Canarias apenas si llegamos al 6%. La potencia eólica instalada acumulada en Canarias a finales del 2011 fue de 145,78 MW, frente a los 5.233 de Castilla-León o los 3.272 de Castilla-La Mancha. Estos datos evidencian la pésima gestión de quienes han estado al frente de las políticas de renovables en el gobierno autónomo. La dispersión normativa, las duplicidades administrativas, el entramado burocrático, la contradictoria protección del territorio y, sobre todo, los escándalos en el concurso eólico en la etapa en que el área de industria y energía estaba dirigida por el PP, han avocado a uno de los mayores fracasos de la historia económica de nuestro archipiélago y que hipoteca en sobremanera nuestra capacidad de desarrollo futura. No deja de ser una paradoja trágica, que quien fuera el responsable político del penúltimo, fracasado y escandaloso concurso eólico, posea los mismos apellidos que el nuevo flamante Ministro de Industria responsable de suprimir las primas a renovables en Canarias hace escasos días. Uno llega a pensar en la existencia de cierta fatalidad macaronésica, pues todo señala que en nuestra tierra cuanto más incapaz sea el político de turno más posibilidades de ascenso. En fin, el principio del mérito y la capacidad por los suelos.
La caída de la subvención a la desalación. A todos los efectos, la descenso del 30% de la subvención a la desalación que el gobierno del Estado nos propone mantener, sumado a la subida del precio del petróleo BRENT en los últimos 14 meses en un 12,67%, supondrá un incremento notabilísimo del precio del agua, un castigo directo a todas las familias, a la inmensa mayoría de los hogares y a todas la empresas canarias.
El agua y la energía son una cuestión de Estado. La planificación hidráulica y la energética exige acuerdos. Es imprescindible propiciar el entendimiento, una entente política a largo plazo, más allá de las coyunturas de cada momento. Las grandes decisiones sobre planificación y gestión hidráulica y energética son de naturaleza política, pero han de estar debidamente motivadas y fundamentadas en el conocimiento objetivo de la materia y de los problemas que les afectan. Parece evidente, que de todo ello se ha carecido en estos últimos días.
Desde 1983 se viene subvencionando la desalación de agua de mar en Canarias, con el objetivo abaratar el precio final del agua potable y aproximarlo al precio medio del agua en la Península. Prácticamente el 100% del agua consumida en Lanzarote y Fuerteventura procede de la desalación, en Gran Canaria supera el 80%. Por otro lado, Canarias atraviesa la mayor sequía desde la década de los 40, la merma de los embalses y de los acuíferos ya se evidencia. Ellos se traducirá en escasez y carestía, tanto del agua de uso agrícola como de abasto.
El ejecutivo central parece dar la espalda estos hechos. Todas las medidas que el gobierno Rajoy ha tomado en relación a Canarias son muy perjudiciales para los canarios: la supresión de la bonificación de las tasas aéreas, la supresión de las primas a las energías renovables, el no incremento de las primas a la desalación de agua, hacen que empiece a generalizarse la idea de que no interesa tener un ministro canario como Soria. ¿Está Soria sacrificando a todos los canarios con tal de hacerse valer ante su jefe y así consolidar su incipiente carrera estatal? En cualquier caso, ha logrado extender la idea de que los intereses de España y los de Canarias chocan o son distintos. Mala deriva esta.
Los impactos que va a conocer Canarias fruto de la aplastante dependencia energética, del incremento del crudo, del fracaso político canario en la generación de alternativas energéticas endógenas y de la caída de la subvención a la desalación serán costosísimos. Entre ellos, el incremento del precio de la energía eléctrica de origen térmico, el consiguiente encarecimiento de los costes del ciclo integral del agua (desalación, distribución y bombeo, saneamiento y depuración). Todo ello, contribuirá a un incremento de la pobreza, con todas sus consecuencias. Como responsables destacados estarán las siglas del PP.
Nestor Hernández
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