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Inexactitudes y falsedades de González Jerez

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[Texto de la rectificación remitida el pasado 23 de diciembre por Santiago Pérez a los periódicos de Editorial Prensa Ibérica en Canarias (El Día y La Provincia) que el autor solicita que se publique en este diario]:

Si este medio de comunicación considera de interés informativo mi trayectoria política para dedicarle una página en su edición del domingo 20 de diciembre, tengo derecho a que se rectifiquen al menos parte de las falsedades, imprecisiones e invenciones con que adoba la “tesis” general de su artículo Alonso González Jerez, titulado “Nunca ha sido suficiente”: que gran parte de esa trayectoria ha estado sustentada en el resentimiento. Y, de pasada, que estoy loco.

No me sorprende. Es lo que viene pregonando CC desde hace años. Será porque no se atreven a cuestionar ni mi dedicación, ni mi formación, ni mi compromiso en defensa de la legalidad democrática y contra la corrupción. Contra su corrupción.

Expongo a continuación hechos, fácilmente contrastables si el articulista hubiera tenido un mínimo compromiso con la veracidad, que es el fundamento de la libertad informativa protegida constitucionalmente.

1.Después de una breve etapa en el PCE, desembarcó en el PSOE... pocos meses antes del triunfo arrollador de Felipe González.

Falso. Nunca estuve en el PCE, que articuló la resistencia al franquismo. Podría haberlo contrastado con gran facilidad. Desde jovencito, por mis afinidades trotskistas, tuve un criterio claro sobre la tradición estalinista, de la que los partidos comunistas occidentales afortunadamente se fueron liberando.

Me afilié al PSOE poco antes de octubre de 1982, aunque venía colaborando desde 1980 con el líder de los socialistas tinerfeños, Antonio Martinón. Tomé la decisión después del anuncio de la desaparición de la UCD, partido que había permitido a amplios sectores del régimen franquista integrarse en la democracia. Así lo comuniqué a los históricos Alberto de Armas, José Arozena, Arístides Ferrer, Carmelo García Cabrera, al propio Martinón y a Pepe Segura, en un almuerzo en un guachinche de Valle de Guerra. Luego, desembarco-desembarco…

2.Escapó de una feroz redada del aparato franquista relacionada con el asesinato de Carrero Blanco, a finales de 1973 y principios de 1974.

Completamente inexacto. Fui objeto de un operativo para detenerme de la Brigada

Político Social y luego de una orden de búsqueda y captura dictada por el Juzgado de Instrucción Nº 2 de La Laguna (Diligencias Previas 1110/1975, en las que figuraba como único imputado, remitidas al Tribunal de Orden Público mediante Auto de 23/10/75, de 48 folios, es decir 94 páginas) aplicando el Decreto Ley 10/1975, de prevención del terrorismo, cuyo artículo 8 autorizaba la aplicación de ese Decreto a quienes hicieran propaganda contra el mismo. Fue el caso de OPI, organización de izquierda marxista, de la que en aquel momento yo era el “responsable” del Comité Universitario. Tenía 20 años.

3.En los últimos años del felipismo asumió exquisitamente el argumentario oficial… sin aparente huella de sensibilidad moral.

Falso. No podrá el articulista encontrar una evidencia de esas afirmaciones. Si tuviera algún apego a la veracidad podría confirmar cómo siendo un senador de éxito como él dice, no acudí a la “convocatoria” ante la prisión de Carabanchel para arropar a quienes entraban en prisión por corrupción y/o la guerra sucia contra ETA. A aquella cita no faltó casi nadie que fuera alguien. En este tipo de asuntos nunca he practicado el patriotismo de partido.

4.Después de un exitoso paso por el Senado consideró que era el momento de volver a la política local. Como todo político racial encontró que los intereses de su carrera coincidían con los de su partido.

Falso. Primero, porque nunca dejé la política local: compatibilicé activamente las funciones de senador con las de portavoz en el Cabildo (90-95) y en el Ayuntamiento de La Laguna (95-2000).

Segundo, porque fue Juan Carlos Alemán quien me pidió “por nuestra amistad” que encabezara la lista al Ayuntamiento en 1995, mes y medio antes de unas elecciones para perder, cuando Pedro González, que ya había sido presentado públicamente como candidato, tiró la toalla. Puse como única condición que mi designación se votara mediante secreto de los militantes. Así se hizo: 73 votos a favor-26 en contra.

He liderado por petición expresa del PSOE candidaturas al Cabildo en 1991 y 2007, sabiendo que íbamos a perder. En ambas tuve el honor de llevar como segundos a los secretarios generales: Juan Carlos Alemán y José Miguel Fraga. Lo hice sabiendo que íbamos a la oposición y con el compromiso de quedarme. Considero que “tirar de la lista” para marcharme, como tantos y tantas han hecho, es un fraude electoral.

5.Pérez se presentó como candidato a la Alcaldía de La Laguna, su ciudad natal, en las elecciones de mayo de 1999.

Falso. Como dije, me presenté por primera vez en 1995. Fue después de 4 años de trabajo intenso en la oposición, a la que nos vimos abocados los socialistas después de que ATI rompiera el Pacto de Hormigón (¿se acuerdan?) sólo dos días después de que votáramos a Elfidio Alonso como alcalde en cumplimiento de lo pactado.

En 1999 ganamos las elecciones en La Laguna, al borde de la mayoría absoluta, el mismo día que el PSOE las perdió en España y en Canarias. En La Laguna, PSOE, 13 concejales. En Las Palmas, Santa Cruz y Telde, 5, 4 y 1 respectivamente. Esa confianza lagunera no la olvidaré nunca.

En una identificación entre política y poder, que articulista tan agudo debería examinarse, troca ese triunfo electoral en “el mayor fracaso de Santiago Pérez”.

6.No era bastante … ser portavoz socialista en el Parlamento... En una jugada casi incomprensible decidió enfrentarse a secretario general en las primarias para elegir el candidato presidencial en… 2011.

Falso. Trocar la secuencia de los hechos es falsearlos. José Miguel Pérez fue elegido secretario general y lo primero que hizo fue cesarme como portavoz parlamentario. Era el primer paso para allanar el terreno a un pacto con ATI-CC, dejándoles el sartén por el mango y entregando Tenerife (si no, no hay pacto con ATI). Después vinieron las arbitrarias destituciones de las Ejecutivas de Tenerife y Santa Cruz.

Me presenté a las primarias, sabiendo que las iba a perder, para levantar acta de mi rechazo a lo que venía: el pacto con CC. En el camino de la política y de la vida, a veces hay que plantar cara y emprender batallas perdidas de antemano. El éxito, el poder y el dinero no son los únicos móviles de la conducta humana.

7.A partir de entonces (mi derrota ante Fraga en el congreso del socialismo tinerfeño de 2004), Santiago Pérez surfeó la política regional sobre el caso Las Teresitas.

Falso. La denuncia en los tribunales del convenio de Las Teresitas fue de las primeras decisiones que tomé como secretario general de los socialistas tinerfeños (2001). Se tramitó judicialmente al tiempo que mi impugnación del convenio de Montaña Pacho, en La Laguna, del que nunca se habla, cuya sentencia obligó a Ana Oramas a renegociarlo.

El Ayuntamiento iba a percibir sólo 4 millones de euros como compensación a las plusvalías que iba a obtener COINTE. Como resultado de mi recurso, esa empresa se comprometió a realizar inversiones por 40 millones de euros. Es decir, 10 veces más. “Surfear”, frente a más de 50 editoriales dominicales de El Día en los años de plomo de José Rodríguez, era deporte de alto riesgo.

La denuncia en vía penal, agotadas otras opciones para recuperar el dinero defraudado a Santa Cruz, la redacté; pero ni la promoví ni la decidí, ni ejercí como acusador popular. González Jerez podría haberlo contrastado fácilmente hablando con José Ángel Martín, Goyo Negrín, Justo Menéndez o cualquiera de los firmantes que me pidieron reiteradamente que la redactara por mi conocimiento del caso.

8. La propia naturaleza y prosperidad de las candidaturas de Pérez en La Laguna (2011, 2015 y 2019) estaba en restarle votos al PSOE.

Completamente inexacto. Es evidente que una parte de los votos que la ciudadanía lagunera me ha confiado proceden de la izquierda. Pero aproximadamente la mitad de mis votantes son conservadores. Está acreditado por una serie histórica de encuestas, confirmadas por los resultados electorales. Ese votante tiene como segunda opción normalmente PP. Y si no, ATI. Dan el voto a mi candidatura a pesar de dejar claro siempre que apoyaré a un gobierno progresista. Y, en La Laguna, un solo escaño puede decidir la mayoría. Si no, que me lo pregunten a mí.

9. Decisiones suyas como el UKASE por el que disolvió la Agrupación de Santa Cruz…

Falso. No disolví la Agrupación, que siguió funcionando orgánicamente. Destituí a la ejecutiva santacrucera con el respaldo de la Regional, liderada por Juan Carlos Alemán, y de la Federal. La razón, su alineamiento público a favor de la operación Las Teresitas. Me pareció que era una decisión ineludible. Y hoy me lo sigue pareciendo.

10.Santiago Pérez fue el cerebro del pacto entre el PSOE, Podemos y Avante en La Laguna.

Falso. PSOE y Unidas Podemos anunciaron de inmediato un acuerdo progresista en La Laguna. Sin contar con Avante, cuyos dos escaños eran decisivos. Probablemente daban por descontado nuestro apoyo en base a mis compromisos electorales. No participé en las negociaciones, pero informé a mis compañeros y a Luis Yeray Gutiérrez que apoyaría al nuevo Gobierno con mi asesoramiento, sin asumir áreas de gestión.

Así y todo (a mucha honra) acepté, por insistencia de Luis Yeray, la Concejalía de Urbanismo y Vivienda y la 9ª tenencia de alcaldía, renunciando a la retribución. Nunca he querido cobrar un sueldo del Ayuntamiento, a pesar de haber tenido derecho como portavoz de un grupo político. He desarrollado largos años de oposición mientras vivía con mi sueldo de profesor de la Facultad de Derecho. Por qué no quise cobrar nunca un sueldo del Ayuntamiento es un asunto entre La Laguna y un hijo, que soy yo.

La negociación en la que sí participé directamente, mediando entre PSOE y Nueva

Canarias, fue la que culminó en el Pacto de las Flores. Así lo reconoció Ángel Víctor Torres en el primer comité regional socialista celebrado tras la formación del nuevo Gobierno. Cosa que refleja su talante y agradecí sinceramente.

11. Siempre ha sido lo bastante listo para encabezar listas como independiente, a pesar de que se trata de artefactos electorales cuyo exclusivo interés consistía en mantener el acta de concejal.

Falso y tendencioso. Con estas afirmaciones, el articulista “surfea”, ahora sí, sobre olas contrarias a un derecho fundamental, el de participación política.

Debiera caer en la cuenta de que entre esos artefactos y los escaños está la ciudadanía lagunera. He visto a próceres del nacionalismo encabezar candidaturas en La Laguna sin ser elegidos ni ellos mismos. Por cierto: que el último de esos “artefactos”, Avante La Laguna, haya obtenido mejor resultado que artefactos como el PP o Ciudadanos no está del todo mal. ¿No creen?

Fin. Llegados aquí no voy a dedicar un minuto a las tergiversaciones, análisis “psicológicos”, medias verdades, cuchicheos anónimos y pequeñas ruindades con que el articulista trata de argumentar su “teoría”, en la que coincide punto por punto con el vademécum de ATI. Cada uno tiene la credibilidad que haya podido ganarse.

En fin, nuestro buen articulista, al que ha entrado una obsesión por los carnés de afiliación, las altas y bajas, en lugar de enjuiciar mi comportamiento político en base a la defensa de las ideas, podría al menos haberme catalogado como resistente, incluso como contumaz resistente democrático. Pero no; tenía que ser el resentimiento, sólo el resentimiento, el motor de toda esta singladura, la mía, que ya va durando demasiados años. 

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