Una lectura del 22-M

Un juicio con una sentencia ciudadana rotunda, traducida en la enorme distancia, más de dos millones de votos, que se establece entre los dos grandes partidos estatales. La barrida espectacular del PP en comunidades autónomas y ayuntamientos les coloca en la mejor situación para suceder al PSOE al frente del Gobierno central, con o sin elecciones anticipadas.

El giro en las políticas económicas y sociales iniciado hace ahora un año por Zapatero (con la reducción de los salarios de los funcionarios en un 5% en 2010 y su congelación para 2011; la no actualización de las pensiones -exceptuando las mínimas y las no contributivas-; el fin del cheque bebé y recortes en gastos de dependencia; a las que se añade la privatización de las cajas y la ausencia de medidas para que el crédito llegue a empresas y ciudadanos, utilizando las ayudas públicas para salvar la cuenta de resultados de los bancos) le ha quitado buena parte de su base social y le ha pasado una rotunda factura a los socialistas.

Cierto es que el fulminante avance de la derecha estatalista desde Andalucía a Baleares, desde Aragón a Castilla La Mancha, se ha visto en buena parte frenado en las comunidades con fuerte presencia de los nacionalismos de diverso signo, cosa evidente en el caso del País Vasco y Cataluña.

Triunfo del PP en Canarias

También en Canarias. En el Archipiélago, el PP triunfó en las elecciones autonómicas al recibir un 28% más de sufragios que en la cita de 2007, sacando 63.000 votos de diferencia a la segunda fuerza, CC, aunque, a espera de contabilizar los votos procedentes del exterior, empata con esta a 21 escaños. A destacar su significativo crecimiento en Tenerife y La Gomera.

Mientras, el PSC-PSOE perdía el 40% de sus apoyos electorales respecto a los anteriores comicios, reduciendo el número de votos de 322.833 a 190.310, pasando de las 26 actas de hace cuatro años a las 15 que le convierten en la tercera fuerza en el Parlamento.

CC, con su alianza con el CCN, resiste, repitiendo prácticamente el número de papeletas que logró en la anterior convocatoria, con un aumento significativo en Lanzarote y, menor, en Gran Canaria, bajando en apoyos en Fuerteventura. Y perdiendo más de 21.000 votos en las islas occidentales (de ellos casi 13.000 en Tenerife, pero retrocediendo también en La Palma, La Gomera y El Hierro). También retrocede en los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife (ciudad en que fue superada en votos por el PP) y La Laguna, donde precisa de pactos para poder gobernar, poniendo también en riesgo su continuidad al frente del cabildo tinerfeño, así como otros cabildos y ayuntamientos en los que pierde las mayorías absolutas de las que disfrutaba hasta ahora, como sucede en la corporación insular de La Palma y en el ayuntamiento de Los Llanos de Aridane.

NC, 62% más

Respecto a Nueva Canarias, es con mucha diferencia la fuerza que más crece porcentualmente con relación al Parlamento, al incrementar el apoyo ciudadano en un 62% respecto a 2007, 50.749 votos entonces frente a los 82.318 conseguidos en el 22-M; lo que nos permite, con el 9,3%, superar ampliamente la barrera electoral del 6% que injustamente nos había dejado fuera en 2007, obteniendo en esta ocasión tres escaños, y quedándonos a solo 16 papeletas de alcanzar un cuarto escaño por la circunscripción de Fuerteventura.

En la isla de Gran Canaria aumentamos más de un 16% los sufragios, logrando dos diputados, incrementando la presencia en el Cabildo (de cuatro a cinco consejeros), accediendo al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con dos concejales, siendo los únicos representantes del nacionalismo en la ciudad más poblada del Archipiélago; alcanzando tres mayorías absolutas (Agüimes, Santa Lucía y Valsequillo) y mejorando posiciones en varios municipios del norte de la isla; y, en general, elevando nuestro peso municipalista en el conjunto de Canarias, incluso en La Gomera y en Fuerteventura en las que somos determinantes en varias instituciones.

Quiero expresar públicamente mi agradecimiento a cuantos nos votaron, así como a todas las personas que han contribuido a llevar a cabo esta dura campaña electoral, en la que hemos tenido, entre otros handicap, la exclusión de los candidatos de NC de los debates electorales a distintas instituciones, entre ellas el Parlamento de Canarias.

Quiero también reiterar nuestro compromiso de tratar de responder en todo momento al apoyo y a las expectativas creadas. Siempre desde nuestro trabajo firme y riguroso, ya sea en funciones de gobierno de las instituciones o desde la oposición, por la defensa de los intereses generales.

Van a seguir siendo tiempos difíciles para la economía y el empleo; y, de manera especial, para aquellas personas que carecen de un puesto de trabajo o han visto gravemente disminuidos sus ingresos. Van a ser momentos muy delicados para el presente y el futuro de los servicios públicos. Por eso, seguiremos batallando en todos los frentes por la mejora del éxito educativo, por la sanidad universal y gratuita y por una correcta aplicación de la ley de la dependencia. Como lo haremos por las energías renovables o por la imprescindible reforma de la ley electoral canaria, para que haya más democracia y mayor transparencia en la acción política.

En definitiva, en la medida de nuestras posibilidades, con las fuerzas con que contamos, con el papel que nos han otorgado los ciudadanos y las ciudadanas en las urnas, y en alianza con todos los sectores sociales y políticos coincidentes en esa defensa de un auténtico Estado del Bienestar, continuaremos en la línea de poner siempre por delante los intereses colectivos y las políticas que mejoren las condiciones de vida de nuestra gente.

Para que esta tierra y sus habitantes comiencen a superar este grave momento histórico y nuestras jóvenes generaciones puedan tener en ella un presente y un futuro dignos.

Román Rodríguez