Espacio de opinión de Canarias Ahora
Un niño de papá sin coleta
Iván Espinosa de los Monteros ha manifestado en un canal de televisión de Miami que la izquierda en España es sucia, va desaliñada y lleva coleta, lo que es como decir que si usted ve por la calle a un hombre sucio, desaliñado y con coleta debe tener la seguridad plena de que vota a la izquierda, en el caso de que vote, porque ya sabe usted que hay una buena parte de la izquierda que no es muy proclive a votar, entre otras cosas porque es un votante bastante más autocrítico que los que votan en manada con Vox, ese partido al que pertenece el susodicho y en el que es vicesecretario de Relaciones Internacionales.
En esto debe consistir las relaciones internacionales de Vox, en ir pregonando y berreando por todo el mundo que la izquierda es muy mala y la derecha muy buena, al estilo de Francisco Marhuenda, pero en pijo.
Este hombre es tan de derechas que en la misma entrevista con un showman peruano afincado en Florida manifestó que Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, es un izquierdista, pero más aseadito, por lo que la derecha se confunde y lo vota, sobre todo porque se rodea de mujeres jóvenes y guapas. El de Vox es el típico que se fía de las apariencias y cataloga a sus semejantes según la ropa que vistan y el zapato que calcen. Un tipo sumamente superficial.
Espinosa de los Monteros es un empresario madrileño fundador de Vox, del que fue secretario general. Es un ejecutivo agresivo de una compañía inmobiliaria e hijo de Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, cuarto marqués de Valtierra, el que fue alto comisionado del Gobierno del PP para la Marca España. Si la marca España la representa su hijo, muy mal vamos. Casi el padre es más progresista que él.
Fue votante del PP, pero se enorgullece de haberse ido. “Fui votante del PP pero de todo se sale, como de la droga”, ha afirmado como diría un excocanómano. Vox ha fichado ahora a varios generales franquistas que firmaron el año pasado una exaltación del dictador.
Está casado con Rocío Monasterio, la más que probable candidata de Vox a la alcaldía de Madrid. Es una mujer antifeminista, como su marido, como si ser feminista fuera una ofensa. Esta gente aún no se ha enterado de que el feminismo es defender la igualdad entre hombres y mujeres. Ellos no la defienden y así les va.
Es un hombre que ha trabajado en empresas auditoras, inmobiliarias y de gestión de capital riesgo. Como se ve, pisa muy bien esos terrenos pantanosos del mundo empresarial. Es un asiduo del grupo editorial Intereconomía, muy identificado con su partido.
Su apellido compuesto y rimbombante es solo el de papá. Como ya es suficientemente grandilocuente, no necesita utiliza el de mamá. Es otro niño de papá que sale a la palestra para dar lecciones montado a caballo, como Abascal. Vuelve el estilo castrense, vuelve la política tabernaria, vuelve el macho. Espero que su vuelta dure poco.
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