¡Qué pena de país!

Ahora, el Gobierno de Zapatero, que sigue desorientado y llevando al país a la ruina económica, junto con sus aliados europeos, propone bajar el sueldo a los funcionarios en un 5% la media.

Por si fuera poco, la nueva Ley de Tráfico insiste seguir, perseguir y abusar de una manera desproporcionada a costa de los conductores de vehículos rodados; causando, como en los viejos tiempos del franquismo, un miedo escénico cada vez que observamos el uniforme verde militar de la Guardia Civil de Tráfico. Hay que recaudar impuesto de donde sea para justificar el fracaso del gobierno socialista en España.

Esta ya no es la España democrática que muchos creíamos tener. Son ellos, los gobiernos de las distintas autonomías de España, junto con el central, los que tienen que bajarse sus sustanciosos sueldos, dietas, contrataciones materiales, teléfonos móviles, coches oficiales, comidas copiosas, vinos de grandes reservas; hoteles y viajes al exterior del país. Por ahí es donde deberían de empezar hacer los recortes presupuestarios.

Ya está bien, el pueblo español y canario no puede seguir resistiendo tanta debilidad, corrupción y abuso de poder por parte de los respectivos gobiernos de España y Canarias. Es hora que los sindicatos demuestren que no solamente son dialogantes, también, sindicatos de acción ante el abuso de poder de un gobierno inoperante y sin ideas para poder encontrar soluciones más honradas que permitan salir de esta grave crisis al país. La pequeña y mediana empresa ya esta casi desaparecida, casi cinco millones de parados, los bancos nos han dado la espalda, muchos policía se chulean de su cargo y no se dan cuenta que ellos están para ayudar y proteger a la gente del pueblo y no para estar constantemente sancionándolas, con el objetivo de recaudar impuestos económicos.

Sin duda, este país va camino al fracaso y a un conflicto social que puede suceder en cualquier momento. Del mismo modo, los desgraciados, las víctimas, son todas aquellas personas que tengan una nómina laboral, pues si eres insolvente, nada podrás pagar. Creo en la Justicia, en la Ley, pero tengo dudas de algunas personas que la imparten. Entiendo, que sin Justicia no habría libertad, derechos y obligaciones, pero lo que estamos viviendo en la actualidad nada tiene que ver con una democracia transparente, pura y digna. Ahora, el Gobierno central reta al mundo de los funcionarios, a los pobres pensionistas, congelándoles sus respectivas pensiones. ¡Que pena de país!.

Rafael Lutzardo