Espacio de opinión de Canarias Ahora
Dudas sobre el PGOU de Las Palmas de Gran Canaria por Jennifer Guerra Hernández
Hablando claramente: se nos ha ido desgranando a través de la prensa, y no a través del área de Urbanismo, todos los pormenores de dónde se ubicarán las nuevas edificaciones ?por barrios y calles- y cuales serán las actuaciones a seguir con el escaso suelo público existente, expoliado al parecer sin ambages por los titulares de la gaviota. Haciendo un balance de toda la información que le ha llegado a los ciudadanos podemos sacar dos conclusiones: primeramente que el gobierno que preside Saavedra y su gabinete no han sido capaces de explicar de forma clara a los ciudadanos los cambios que va a sufrir la ciudad debido al desarrollo de su plan general. Y en segundo lugar, y hablando en plata, que solo se ha preocupado de desarrollar ordenadamente la zona centro y lo que se ve de cara al turista, deslumbrándonos, como también hiciera el PP en el pasado con grandes obras estrella.
Respecto al primer punto llama poderosamente la atención, y quedé asombrada al ver como en una nota de prensa se informaba de como los socialistas en Arucas han distribuido y entregado a domicilio dípticos con información gráfica de las modificaciones que se pretenden realizar con su respectivo plan general. En Las Palmas en cambio se ofrece la información de tal manera que sólo es accesible para entendidos en afán de que el que la consulte se aburra y la deje. Mientras, en Arucas cada distrito, un total de diez, cuenta con su propio díptico en el que se ofrecen sencillas comparativas de mapas entre el nuevo y viejo ordenamiento. Si bien puede entenderse que ir casa por casa entregando esta información en el municipio palmense puede ser más complicado que en el vecino, debido a su mayor extensión, podría haberse realizado aquí algo parecido a este tipo de documento y enviado estos folletos explicativos a las diferentes asociaciones de vecinos para que los distribuyeran. He aquí como el ostentar el poder y estar gobernando o en la oposición, quita o pone interés en adquirir la forma más clara y tácita de informar y llegar al ciudadano.
Otro punto que me parece de enorme importancia para el desarrollo del actual municipio es la ubicación de las nuevas viviendas de protección oficial que es necesario llevar a cabo debido a la enorme demanda de las mismas. Desde el Centro Canario Nacionalista (CCN) hemos ofrecido públicamente nuestras alternativas a este respecto, que proporcione una solución rápida y eficaz para quienes necesitan una solución aquí y ahora. ¿Por qué dilatar la espera durante años con nuevas construcciones cuando se pueden dar soluciones en pocos meses, si el actual grupo de gobierno se pone manos a la obra?
Nuestras soluciones pasan por que el ayuntamiento, antes de llevar a cabo nuevas edificaciones, establezca acuerdos con constructoras que ya hayan edificado en la ciudad y cuyas viviendas estén en stock, o que estén paralizadas por falta de liquidez económica, para que a un precio razonable (subrayo y enfatizo este aspecto) puedan ser adquiridas por el consistorio y evitar la depredación del escaso suelo de titularidad pública que nos queda. Pasan además por revisar las concesiones de VPO tanto de la corporación capitalina como del resto de administraciones públicas, creando para ello una base de datos actualizada, para detectar las viviendas que se encuentren vacías, se hayan concedido de forma errónea o hayan cambiado la situación social de los peticionarios. O sencillamente, se estén utilizando de forma irregular.
También el consistorio podría ofrecer un pliego de condiciones de las características generales que deben reunir las nuevas viviendas, susceptibles de ser reconvertidas en VPO, para que todos aquellos ciudadanos que sean titulares de edificaciones que quieran ofertarlas para su adquisición. Así mismo este sistema también serviría para aquellas personas que quieran ofrecer un régimen de alquiler, ante lo cual el ayuntamiento debería estudiar la forma de proteger a los rentistas, en el caso de que se produjeran posibles desperfectos que pudieran causar los inquilinos durante su estancia.
Estas propuestas proporcionarían empleo y mayor rapidez para que los ciudadanos puedan acceder a una vivienda digna, se evitaría la masificación y por tanto conflictividad social sin restar espacios públicos para dotar de servicios a los diferentes barrios tales como aparcamientos, guarderías y espacios de esparcimiento socio ? cultural dejando suelo libre para ofertarlo a otras administraciones para tener, por ejemplo, un mayor número de centros de atención sanitaria. Se evita en definitiva el seguir consumiendo suelo con nuevas construcciones que fomenten el desarraigo social debido a los numerosos trasvases de ciudadanos de una zona a otra y sigan favoreciendo la creación de nuevos “guetos” poblacionales sin dotarles de servicios mínimos, haciendo que impere el sentido común.
Llegados a este punto, creo necesario reconocer la infatigable labor que desde los colectivos vecinales se realiza diariamente a este respecto. A todo el mundo le gustan las grandes áreas de esparcimiento, con aparcamientos y carreteras en condiciones, carriles bici, guarderías, centros de salud y actividades socio culturales pero los barrios, cada vez más, se alejan de esa realidad y no sienten que la ciudad les integre. Se les excluye insistentemente, corporación tras corporación, y sólo se les ofrece más cemento, como ha sido el caso y sigue latente, con el municipio de San Lorenzo, en el caso de San Juan o con las torres del Canódromo, ninguneando la opinión de los vecinos y desaprovechando verdaderas oportunidades de oro para intentar acercar posturas.
Lejos de ello se aprovecha para plasmar en los medios, ahora como entonces, mensajes elitistas, que hace pensar al vecino de a pie en qué quedan promesas pasadas y futuras, en qué recóndito lugar quedan una y otra vez esperanzas, deseos y aspiraciones a una vida mejor si los dirigentes políticos elegidos democráticamente no responden a sus demandas. Definitivamente creo que no se puede intentar entusiasmar al ciudadano con grandes proyectos, descuidando sus necesidades más inmediatas. Se pueden hacer buenos proyectos, pero hay que saber cómo y cuando gestionarlos, acompañado de medidas concretas y a ser posible concensuadas.
(*) Jennifer Guerra Hernández es secretaria del Comité Local del CCN en Las Palmas de Gran Canaria y secretaria insular de Formación y Cultura del CCN en Gran Canaria.
Jennifer Guerra Hernández *
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