Rajoy resucita en Galicia

¿Qué lectura puede hacerse de esta aparente paradoja de que un partido sumido en tantas contrariedades consiga salir airoso de una doble prueba electoral? Y, por el contrario, ¿qué lección debería extraer el PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por la pérdida de un gobierno autonómico sólo después de cuatro años de alcanzarlo, compensada sólo parcialmente por una complicada posibilidad matemática de gobernar en Euskadi?

No cabe duda de que la crisis económica ha podido ser un factor clave en el castigo electoral propiciado a la coalición gobernante en Galicia. Pero sería una conclusión demasiado elemental. Habría que profundizar en la forma elegida para gobernar en las comunidades donde el apoyo de partidos nacionalistas ha sido y está siendo determinante para el PSOE. Y no sería desdeñable que el PSC tomará nota de los comportamientos electorales en Galicia, sobre todo cuando las encuestas sociológicas sobre las prioridades de los ciudadanos de Cataluña se alejan en muchos casos de las que aplica el Gobierno de la Generalitat.

Es muy pronto para establecer conclusiones definitivas al calor de las primeras declaraciones de los líderes políticos en la noche electoral. Pero es imposible sustraerse a que la derrota socialista en Galicia es la primera contrariedad electoral del presidente del Gobierno y sin duda debiera motivar una profunda reflexión sobre la estrategia que está desarrollando en estos tiempos convulsos de crisis económica profunda.

* Periodista, analista político y columnista de elplural.com

Carlos Carnicero*