El reloj de la democracia

Los siete “padres” de la Constitución monárquica española por lo visto no se acordaron de ponerle un plazo de tiempo desde la composición del Congreso de los Diputados hasta la primera sesión de investidura para formar gobierno. Estos “despistados”, dicen algunos colegas míos con cierta mala uva, por lo visto estaban convencidos que siempre habría un partido mayoritario que formaría el ejecutivo en un período determinado y bastante breve, pero no contaban con un parlamento fragmentado en varias formaciones políticas. Gabriel Cisneros Laborda, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez Llorca, por la UCD, Gregorio Peces Barba, por el PSOE, Jordi Solé Tura, por el PCE, Manuel Fraga Iribarne, por Alianza Popular y Miguel Roca i Junyent, por la minoría nacionalista catalana, fueron los responsables de la redacción de la Constitución monárquica franquista/borbónica, en la cual el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se negó a participar.

Ahora con la inexistencia de momento de acuerdos que permitan la investidura del candidato propuesto por Felipe Borbón, se ha revitalizado este “vacio” existente en la Ley de Leyes española, y las enormes dudas a qué hacer en la hipótesis que ningún candidato se presente a la primera sesión de investidura a partir de la cual correría el plazo que sí está definido de sesenta días para la disolución de las Cortes Generales si el candidato no puede superar la investidura. También pudiera ocurrir que tras las consultas con los partidos políticos después de las elecciones por parte del Jefe del Estado, éste decidiera no proponer a ningún líder como candidato a la presidencia del gobierno. Un panorama estupendo, que afecta no sólo a la clase política, sino al mismo Felipe Borbón, que ahora mismo está en un callejón sin salida y que teóricamente no tiene fin.

La persistencia, al menos hasta ahora, del bloqueo institucional después de las elecciones del 26J ha puesto de relieve este asunto/trasunto que ha originado que numerosos comentaristas, historiadores, politólogos y otras especies pensantes, dediquen atención a este túnel oscuro, sin luz de momento. En la Asamblea de Madrid, para no irnos más lejos, el plazo entre la constitución del Parlamento madrileño y la primera sesión de investidura es de quince días, pero nuestros probos constitucionalistas no le pusieron tiempo al Jefe del Estado, y ahora Mariano Rajoy puede estar en babia hasta el día del juicio final, y sentado en un sofá leyendo un periódico deportivo.

Le comento todo esto a mi vecina del quinto, y me lanza otro misil dialéctico a cuenta de los fallos de la monarquía española. “Sabe lo que le digo, que mientras no se rectifique el artículo que convierte a la Monarquía franquista/borbónica en sálica, no voy a considerar en absoluto ni a Felipe Borbón ni a su colega la periodista Letizia Ortíz, si no existiese esa vergonzosa Ley Sálica, con predominio de los hijos varones sobre las hembras, Elena Borbón sería ahora la Reina de España por ser la primogénita de Juan Carlos Borbón, y esa terrible discriminación me convierte en más republicana. Bueno, en realidad a mi plim, esas cuestiones monárquicas me la traen floja”.

Le digo que a lo mejor aprovechando que hay que cambiar varios aspectos de la Constitución, se acuerdan de cambiar los plazos para la elección de presidente del Gobierno, y de paso algunos aspectos constitucionales, como el de la Ley Sálica, y si mi colega Letizia Ortíz tiene en el futuro un hijo varón se mantendría a la infanta Leonor como candidata a Reina. MI vecina del quinto se pone hecha un demonio. “¡Coño, está hablando como un monárquico, a mi me importa un bledo, lo que hay que hacer es cambiar la constitución monárquica por una republicana, y a ver si Pablo Iglesias y Alberto Garzón se ponen a hablar de modo muy firme sobre la III República, que a este paso llegará el siglo XXII y estaremos analizando todavía para esas fechas el accidentalismo, especialmente del PSOE, que colaboró hasta con la dictadura de Primo de Rivera. Oiga, ¿y que le parece el espectáculo bochornoso que está dando el Partido Socialista Canario con la Ley del Suelo/Clavijo?, creo que están tardando de expulsar a Patricia Hernández y a todo el grupo parlamentario socialista, eso lo puede hacer José Miguel Pérez, a ver si espabila, si siguen así pueden dejar el PSOE en el suelo como sigan haciendo tantos disparates”.

Para rematarme el día, como la vecina del quinto es Licenciada en Historia y Ciencias Políticas, y encima feminista, va y me suelta una disquisición/filípica de la imposición de Felipe V en mayo de 1713 de la Ley Sálica “y fíjese, en el texto del decreto que dice ”habiéndome presentado mi Consejo de Estado las grandes conveniencias y utilidades que resultarían a favor de la causa pública y bien universal de mis Reinos y vasallos….oiga, vasallos, aunque bueno ahora a lo mejor de vasalla he pasado a súbdita, pero me parece que ciudadana cada vez soy menos al paso que vamos en España. Le digo que ahora mismo el PSOE a nivel nacional, y en Canarias, lo tienen cada vez peor, no sé qué final van a tener. Y no quiero decirle nada de la mala leche o el supremo despiste de Mariano Rajoy de reunir a la dirección del Partido Popular el miércoles 17 de agosto para contestarle a Ciudadanos sobre sus seis puntos suspensivos tales y cuales, cuando ese día se juega el partido de vuelta de la Supercopa de España entre el Barça y el Sevilla. Rajoy es capaz de dejar a sus conmilitones con la palabra en la boca para ver el partido entre andaluces y catalanes. Y si el Sevilla tiene posibilidades de ganarle a los culés no le digo nada, estará dos horas antes delante del televisor“.

Esta mujer no deja títere con cabeza. Y me anuncia que si hay abstención del PSOE con Rajoy va a sacar los cuchillos dialécticos. Me voy a pasear en Las Canteras, desde la Puntilla, arrancando de mi querido Club Victoria, hasta el Atlante de Tony Gallardo. Latitud 28 estará en la reflexión, y quizá vea a Mela Campos, mi gran amiga la viuda de Tony, en el Atlante.