Riesgos
Entendiendo que un riesgo es la probabilidad de que un evento favorable o adverso ocurra dentro de un determinado tiempo, al tener en cuenta que uno de los objetivos principales de la última reforma relacionada con la legislación laboral es la reducción de la temporalidad indeseada en el mercado de trabajo, teniendo en cuenta que, tanto la Unión Europea como múltiples estudios han señalado que la dualidad existente, entre un sector con contratos indefinidos y otro con contratos precarios, incidía en problemas no solo de desigualdad social, sino también de pérdidas de productividad a medio y largo plazo, además de impedir la consolidación de proyectos vitales estables, ¿se ha conseguido el objetivo de tener una certera tasación y objetividad en lo que a la contratación temporal se refiere?
Analizando los datos ofrecidos por los diferentes operadores estadísticos, en abril se suscribieron 1,45 millones de contratos en España, 221.748 menos que en marzo, pero el 48,2% de ellos se rubricaron bajo la modalidad indefinida. Así, el cuarto mes del año se saldó con 698.646 contratos indefinidos por varios motivos. Primero porque se ha topado la posibilidad de utilizar los contratos por obra y servicio. Luego se ha encarecido el contrato temporal en lo que a los efectos indemnizatorios se refiere. Y, en tercer lugar, adaptar los requerimientos laborales al contrato fijo-discontinuo.
A nivel nacional, de los casi 700.000 contratos indefinidos que se registraron en abril, 238.760 fueron fijos-discontinuos, casi un 35% del total. Así, el aumento de contratos en esta modalidad se incrementó en un 125,24% respecto a marzo y en un 1.272,89% desde la perspectiva interanual, donde 175.154 son a tiempo parcial, el 25%, que sumados a los 238.760 fijos-discontinuos hacen que el 60% de los nuevos contratos fijos suscritos. Entonces es donde aparecen los riesgos porque ¿se está produciendo un efecto sustitución entre los contratos de obra y servicio por contratos indefinidos discontinuos a tiempo parcial? Hay que prestar atención a la evolución de dichos contratos indefinidos, teniendo en cuenta que el 25% no supera el año en vigor porque una persona con contratado indefinido y despedido a los dos o tres meses cobrará una mayor indemnización, pero será difícil caracterizarlo como empleo fijo.
En Canarias los contratos indefinidos han ido creciendo a tasas crecientes situándose en un 124,85% entre marzo y abril, aunque no es menos cierto que los indefinidos a tiempo completo son los de peor evolución (29,24% en el mismo periodo), acumulando tasas de crecimiento por encima del 50% los contratos indefinidos a tiempo parcial y de un 100% los contratos fijos discontinuos. Además, hay que tener en consideración que el sistema productivo se basa en la existencia de microempresas, de forma que el 84,85% no llega ni a tener 10 empleos. Por ello, debemos asumir que, mientras persista un sistema productivo basado en pequeñas y medianas empresas descapitalizadas y sin capacidad de absorber grandes variaciones en sus ventas, los ajustes de plantilla seguirán siendo el mecanismo de gestión de riesgos. El resultado de tal reflexión se verá cuando no se destruirán contratos temporales ante un descenso en la actividad, sino que se incrementará la paralización de los contratos discontinuos, y claro, no constará como un desempleo más, sino como una demanda de empleo sin necesidad de estar en paro.
Ahora bien, asumiendo que la nueva legislación laboral ha cambiado la estructura del mercado en cuanto a contratación, desde un punto de vista estadístico a la hora de medir la calidad del empleo, el hecho de que el contrato indefinido se haya establecido cono norma frente al temporal no significa que todos los nuevos empleos sean para siempre y a tiempo completo. De hecho, la mayoría serán a tiempo parcial o discontinuos corriendo el riesgo que, en conjunto y como media, durarán menos, perdiendo la perspectiva que quien genera empleo no es la legislación laboral, sino el crecimiento económico porque cuando la temporalidad mensual era del 98% allá por los finales del siglo XX ¿había más o menos empleo que ahora? ¿Y contratos indefinidos? Miren las hemerotecas. Se llevarán una sorpresa.
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