El senador del fraude

Porque basta con analizar la frialdad de los números para llegar de inmediato a la conclusión de que los votos en el exterior, concretamente en Venezuela, necesitan una investigación por parte de la jurisdicción competente.

De entrada, resulta muy llamativo que la provincia de Santa Cruz de Tenerife sea la única de toda España donde el PSOE no gana al contabilizarse el voto emigrante. Y tampoco gana el PP, que ésa es otra, sino Coalición Canaria, que en las Islas es tercera fuerza en número de votos desde las autonómicas pasadas.

Pero, además, la diferencia en sufragios emitidos en el exterior entre esa provincia y la de Las Palmas es casi de mil a uno, lo que muestra muy a las claras dónde hacen los esfuerzos pertinentes los terminales electorales de Coalición Canaria.

Algunos agentes electorales han llegado a reconocer que el voto canario en el exterior es un verdadero cachondeo. Centenares de impresos de voto por correo aparecen cumplimentados por la misma mano, y se conocen infinidad de casos de electores fallecidos que continúan votando con una fidelidad a la causa nacionalista digna de encomio.

Narvay Quintero será investido senador gracias a una diferencia de 179 votos con respecto al candidato socialista, que el 9 de marzo había ganado por 132 votos al nacionalista. Las 402 papeletas que Quintero logró en el exterior acabaron con las expectativas de Alpidio Valentín Armas, para quien sólo llegaron aquí 91.

El esfuerzo realizado por los agentes de CC en el exterior no ha logrado, sin embargo, todos los frutos pretendidos. Porque si bien es cierto que esos sufragios han hecho perder al PSOE el senador herreño en beneficio de AHI-CC, igualmente es cierto que la pretensión principal de mantener a Ricardo Melchior en la Cámara Alta se ha visto frustrada tras la revisión de las actas de varias mesas electorales tinerfeñas.

Esa pulcritud en el recuento papeleta a papeleta en las mesas canarias, que ha provocado que Antonio Alarcó (PP) haya ganado a Melchior por tan sólo 168 votos, contrasta insultantemente con la impunidad con la que los agentes electorales de CC se mueven en Venezuela. Y la fatal ausencia de una investigación exhaustiva que acabe con esta falta de respeto a la democracia.

Narvay Quintero fue director general de Juventud hasta mayo de 2007, y en una ocasión declaró respecto a su partido que “nos hemos alejado de la calle y ahora hay que acercarse a la gente y escuchar a los jóvenes”. Quizá deba plantarse el señor Quintero un modo mejor de acercarse a los ciudadanos que no sea defraudándolos de un modo tan escandaloso.