Tras la invasión a principios de año y el rápido dominio del territorio en apoyo de su aliado primer ministro Ali Mohamed Gedi, el gobierno etíope anunció que regresaría a casa tras unos días de “limpieza”. Pero allí permanecen, protegiendo a Gedi, realizando operaciones para desarmar a la resistencia, asesinando civiles, esperando refuerzos internacionales y rezando para que la ONU incumpla su función primera, es decir una condena explícita de la agresión de un país contra otro. El primer ministro somalí supone que su mandato durará un par de años más, con final feliz en unas elecciones imposibles de realizar con un mínimo de garantías. Al mismo tiempo, renegociará seguramente con los gringos acuerdos para la explotación de los recursos del país, concedidos últimamente a la Total francesa (desde 2001) y a la australiana Range Resources desde 2005.Los gringos están provocando en Somalia a corto plazo la lucha armada contra la ocupación extranjera y reavivando la guerra civil. Como en Irak. Según The New York Times, Washington no sólo ha ofrecido financiación al ejército etíope para ocupar el país vecino, que además anima un conflicto posible entre varios países de la región. La unidad secreta de operaciones especiales Task Force 88 realiza incursiones desde Etiopía y Kenia en territorio somalí, puesto que el Cuerno de África está valorado por Washington como una región de vital importancia para la guerra global contra el terrorismo. Con este mismo cuento inadmisible montaron una base militar en Djibouti.Asistimos, como si nada sucediera, a un proyecto que culminará con la instalación en África de un comando específico destinado a la preparación de intervenciones militares, construcción de bases y entrenamiento de ejércitos cipayos. Hasta ahora, la dirección militar estadounidense de los asuntos africanos tenía tres centros distintos, el Europeo, el del Pacífico y el Central, cuya área de operaciones incluía, entre otros, a Oriente Medio, el Cuerno de África, Sudán y Egipto. Sólo Egipto quedará bajo el control del comando central. El resto del continente pasará a responder ante un cuartel general africano (Africom) que estará en pleno funcionamiento a partir de septiembre de 2008. A Washington sólo le falta informar el lugar exacto donde situará el nuevo núcleo para la expansión militar en África. El terrorismo carece de relación alguna con este despliegue. Los planes prioritarios de intervención y/o de construcción de bases están situados en zonas cercanas a los grandes recursos petroleros, como el Golfo de Guinea (de donde proviene el 15% del oro negro consumido por Estados Unidos, un porcentaje con tendencia a crecer) y en rutas para el transporte de este mismo producto como el Cuerno de África. Somalia apenas constituye un adelanto siniestro. ¿Extensión de la democracia? ¿Lucha contra el terrorismo? ¿Nuevas guerras de rapiña a la búsqueda de recursos ajenos? Ustedes dirán Rafael Morales