El supermiércoles por Jesús M. de León Tabares

Ante la triste manipulación de la consejería de educación en un burdo intento de trampear, se ha optado por la dignidad profesional antes que por mirar al bolsillo. La oferta de la consejería trataba de atomizar al colectivo, enfrentándolo entre sí y contra los padres y las madres. Aceptar la oferta hubiera significado cargar sobre las espaldas de los docentes y las docentes de Canarias la responsabilidad de la calidad educativa canaria y salvarle la cara a Milagros Luis y a Paulino Rivero.

No cabe duda de que el profesorado tiene una responsabilidad con la calidad de la educación. Y se enfrenta a ella con los limitados recursos que el gobierno de Canarias pone en sus manos. Con esos recursos, con la profesionalidad y con la buena voluntad se va saliendo adelante. El profesorado está dispuesto a seguir poniendo todo de su parte pero la consejera de educación no es la persona más válida para buscar las soluciones que la educación de Canarias necesita.

Se abre ahora un nuevo horizonte. El gobierno de Canarias tiene ante sí un doble reto: el de valorar adecuadamente a sus docentes, a los que maltrata desde hace tiempo, y por otro lado, responder a las expectativas que la sociedad canaria tiene de su sistema educativo público. Esto exige a otra persona al frente de la consejería. Milagros Luis Brito no vale. Ha tratado desde un principio de escurrir el bulto y ha favorecido el enfrentamiento gratuito entre los sectores de la educación.

Bien hará Coalición Canaria y el Partido Popular en reflexionar seriamente sobre este día y los acontecimientos que se han sucedido desde mayo del pasado año hasta hoy. Los sueldos de los miembros del gobierno de Canarias están homologados con los de los ministros del gobierno central y la pléyade de liberados dedicados a la política disfrutan de sueldos que ni por asomo tendrían si se dedicaran a sus trabajos de la vida “civil”. No son quienes para echar en cara al profesorado lo que gana o deja de ganar.

La inversión en la educación pública ha de aumentarse hasta poder permitir que las ratios bajen a niveles adecuados para atender a tanta diversidad que hay en las aulas, las infraestructuras han de actualizarse, la educación infantil pública y gratuita tiene que generalizarse, la adecuada atención al alumnado con necesidades educativas, y tantas otras cosas no depende del profesorado o al menos no principalmente del profesorado.

El colectivo de docentes de Canarias a partir de hoy está más orgulloso que nunca de su trabajo, de sus centros de trabajo y de su alumnado. Y espera que los políticos de turno sepan responder adecuadamente a sus demandas salariales y de las otras. Enrocarse, tal como ha hecho la consejera en sus declaraciones tras conocer el resultado del referéndum no hace sino enconar la situación. Pedimos a otra persona para el diálogo. Ella no nos vale.

Enhorabuena a todo el profesorado.

* Jesús M. de León Tabares, delegado de la Junta de Personal y miembro del Secretariado Nacional de STEC-Intersindical Canaria.

Jesús M. de León Tabares *