El Supremo y la Prensa Mundial

Tengo una idea aproximada, al menos presuntamente cercana, de lo que dirá el Tribunal Supremo a la prensa extranjera. Es indignante para el Tribunal Supremo que periódicos del prestigio mundial de New York Times, Washington Post, The Guardian, Le Monde, Le Figaró, Le Soir, The Economist, y otros muchos, hayan criticado el intento de juzgar a Garzón porque Garzón haya querido levantar las fosas comunes de los asesinados por el franquismo. Por eso, para aclararlo todo, en primer lugar les recordarán a los periodistas extranjeros que Franco fue Caudillo de España por la Gracia de Dios, que hasta ese lema estaba impreso en la peseta, que era tan buena persona que iba a misa todos los días, y que además la Iglesia Católica, la única y verdadera, estuvo siempre al lado de Franco, incluso con muchos curas castrenses dándole el tiro de gracia a muchos odiosos republicanos. Hubo incluso un cura que enterró a un desalmado rojo en la puerta de entrada del cementerio del pueblo de Villuercas, provincia de Cáceres, para que todo el pueblo lo pisoteara cuando había un sepelio. El Tribunal Supremo presuntamente les dirá a los periodistas extranjeros que lo mejor que pueden hacer es escribir informaciones sensatas para convencer a los hijos y nietos de los republicanos asesinados por Franco, que se olviden de las victimas, porque corren el peligro que la extrema derecha decida asesinar a los hijos y nietos de los asesinados para completar la cadena de asesinatos.

El Tribunal Supremo presuntamente les dirá a los periodistas extranjeros que Franco dejó todo atado y bien atado. Y qué se dejen de boberías, porque en España hay una democracia verdadera, y la prueba del nueve es que el Barcelona, que es el equipo de Zapatero, está líder en la competición futbolera, y el Real Madrid, que era el equipo de Franco, y ahora de Aznar y Rajoy, va segundo. ¿Qué mas quieren señores periodistas? ¿Qué más pruebas de democracia? Y encima, oigan, encima dejamos que Messi juegue con el Barcelona, siendo un argentino, de esa nación que ahora quiere juzgar a los franquistas. Ya ven, Messi es un argentino sospechoso, y le dejamos jugar en el Barcelona, el equipo del malvado Zapatero.

Al final de la conferencia de prensa se servirá un coctel, con mucho caviar, langosta, cigalas, ostras, percebes, todo regado con cava catalán, una demostración más de que la democracia en España funciona. Y el ágape se rubricará con mucho salmón, salmón marinado, salmón ahumado, salmón a la noruega, y salmón al estilo de Anfi del Mar, con gran júbilo de José Manuel Soria por haber elegido el Tribunal Supremo el salmón como remate del ágape. Y a ver que dicen el sábado en sus periódicos estos sospechosos periodistas extranjeros. Tengan en cuenta que España es diferente, typical spanisch, ¡eh! Ojito, ojito, que los podemos empapelar acogiéndonos a la jurisdicción internacional. Tengan en cuenta señores periodistas que criticar al franquismo no es prescriptible, les dirá presumiblemente como admonición rotunda el cortavoz del Tribunal Supremo. ¿Dije cortavoz, en vez de portavoz? Si, presumiblemente cortavoz.