Tensión perceptible en el PP

Los frentes a José Manuel Soria se le van abriendo poco a poco. Miguel Jorge Blanco, que no se enfada por casi nada, anda que se sube por las paredes porque Soria le ha responsabilizado de la pérdida de 13.000 votos en Gran Canaria. Pero en este tema el presidente del PP ha hecho una tacada, y se ha llevado por delante también a Josefa Luzardo a la que culpa al igual que a Miguel Jorge de la debilidad existente en Las Palmas de Gran Canaria, hasta el año pasado feudo soriano, pero llegó Jerónimo Saavedra y mandó parar. A mi lo que me parece también relevante es la desaparición de la vida pública de Juan José Cardona, que todo el mundo sabe de sus diferencias con Soria, pero que ha sorprendido su exclusión de las listas del PP, aunque Cardona con gran elegancia va diciendo por la plazoleta de Farray y por todos los rincones de la capital que su renuncia ha sido por una decisión personal de volver a la actividad privada. Y dos piedras, y me callo Juanjo con todo el respeto del mundo.

Con las declaraciones de Juan Andrés Melían, en el Comité Insular de Gran Canaria se han puesto muchos dirigentes de los nervios, porque quién ha hecho estas declaraciones es un profesional de prestigio, un afiliado de gran consideración desde la primera hora, y un hombre con el cual se puede hacer un intercambio de ideas. Conozco personalmente a Melían desde hace muchos años, y sé cuanto lo aprecian desde diferentes ámbitos de la sociedad profunda gran canaria, y en el Partido Popular. Por si fuera esto poco, a Soria se le han complicado las cosas en Fuerteventura, con el “independentismo” partidario de Domingo González Arroyo, y el cabreo cada vez más nítido de Agueda Montelongo, enfrentada al Marqués de las Dunas de La Oliva y Corralejo, y que ha visto como encima la hija de González Arroyo, María del Pilar González Segura ha salido elegida por la circunscripción de Las Palmas al Congreso de los Diputados, y sino quieres caldo dos tazas, otra “enemiga” suya en Fuerteventura, de la “cuerda” del Márqués, Ana del Pilar Padilla Camejo salió senadora por la isla, con lo cual la señora Montelongo anda que se sube por las paredes, y culpando de esta situación a Soria por no haber resuelto sus peleas con González Arroyo de una forma contundente. Para más desasosiego e inquietud, en Tenerife ya empiezan a cuestionar la presidencia indiscutible de Soria, y Pilar Parejo Ascanio anda afilando los cuchillos esperando a los resultados del Congreso Nacional de junio en donde Mariano Rajoy se juega su reelección, y no cabe duda que la futura dirección nacional que se instale en Génova, 3, tendrá mucho que decir de la situación del Partido Popular en Canarias.