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Tres tristes tigres
La cita al texto de Pemán está recogida en el ensayo 'Todos los animales somos hermanos' de Jorge Riechmann. El autor la pone como ejemplo de los cambios culturales en la sociedad española. La visión que se tenía hace 50 años de los moros o de la mujer es muy distinta a la actual. Sostiene Riechmann que hemos evolucionado muy poco o nada en nuestra visión de los animales. La existencia de los zoológicos o el espectáculo de la tortura y ejecución de los toros son dos ejemplos que nos dicen que seguimos con esa visión que se da en la Biblia: Dios creó el mundo, puso al hombre (y su costilla) como centro de la creación y a los animales a su disposición.
La última prueba de este subdesarrollo cultural la vivimos ayer en Agüimes. Los dueños de un zoológico llaman a la guardia civil y le piden al cuerpo armado que maten a tres tigres bengala que se habían escapado de sus jaulas. Dicen que no tenían dardos sedantes “suficientes”. Pero ¿tenían alguno? ¿Es legal tener a siete tigres bengala junto a una localidad poblada sin las suficientes medidas de seguridad para los vecinos pero también para la vida de unos animales que están considerados en peligro de extinción? En todo el mundo se calcula que hay entre 2000 y 3000 tigres bengala, desde ayer hay tres menos.
Son muchas las preguntas que podemos hacernos sobre la matanza de tres tigres en Agüimes. El problema es que parece que nunca tendremos las respuestas, porque los dueños del zoológico Cocodrilos Park durmieron ayer tranquilos, no fueron interrogados por la guardia civil, ni por la policía local, ni desde la consejería de ¿Medio Ambiente? del Gobierno canario se les pidió explicación por lo ocurrido. La Federación Ecologista Ben Magec denunció ¡hace cinco años! ante diferentes instituciones las condiciones indignas en las que viven los animales secuestrados en Cocodrilos Park, los problemas de seguridad y no ha habido ninguna respuesta institucional. Al contrario, este zoológico colabora con la guardia civil cuando el cuerpo armado localiza a alguna especie exótica en manos de un particular. Por eso resulta sospechosa la reacción de la guardia civil obedeciendo la orden de ejecutar a los tigres, y la caradura de los dueños del zoológico que respondieron a los periodistas que se trataba de un “asunto interno” y por tanto no tenían que dar explicaciones.
Uno se pregunta ¿qué hacen siete animales en peligro de extinción secuestrados en unas jaulas en un país alejadísimo de su hábitat natural? Si esos animales se consideran peligrosos para los animales humanos ¿por qué el zoológico no reúne las condiciones de seguridad suficiente para que si se produce un error como el de ayer la respuesta no sea la matanza de los animales? ¿Cómo es posible que la consejería de Medioambiente no haya clausurado de forma inmediata el zoológico hasta que se garantice la seguridad para los visitantes, para el personal y el derecho a la vida y la dignidad de esos animales?
Por ahora la única versión de una institución que tenemos es el comunicado de la guarda civil justificando la matanza y exhibiendo las fotos de los tigres muertos como los cazadores de safari muestran sus piezas para sorprender a la ignorante concurrencia. El comunicado concluye con la frase “la situación ha quedado normalizada no habiendo daños personales en población civil ni en Fuerza del Cuerpo”. El texto del cuerpo armado lo podía haber escrito José María Pemán para incluirlo en uno de los capítulos de 'La historia de España contada con sencillez'. ¡Qué poco hemos cambiado!
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Juan GarcÃa Luján
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