Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Se van o se quedan?
Darle el carpetazo a Irak, como pretende el Partido Popular, porque opina que estamos ante un problema anacrónico, incorpora cinismo a su participación en un crimen de agresión ilegal. Porque, además del espantoso goteo diario de muertos gracias a la guerra que llevaría paz, democracia y progreso a Oriente Medio, debe contemplarse el deterioro humano imparable sufrido por aquel país. La tendencia señala un aumento del desastre gracias a los nuevos planes de pacificación de Washington. Senadores republicanos anuncian que aguardarán por el informe del general David Petraeus en septiembre para evaluar tales proyectos, pero, visto lo visto, retirarán su apoyo al presidente Bush y pedirán el regreso de las tropas. Este cambio de actitud del partido republicano se debe a la perspectiva cierta de perder la Casa Blanca si persisten en la guerra y ocupación fracasadas.Algunos datos ofrecidos por distintos organismos internacionales indican las dimensiones de ese fracaso, dejando a un lado el militar. El exilio interno y exterior incluye a cuatro millones de personas, el 15% de la población total. El desempleo afecta al 70% de la población activa. El 32% de los iraquíes, descontando a los cuatro millones de desplazados, dispone de ingresos por debajo de un dólar diario. La mayoría sólo tiene electricidad tres horas al día, escasea la gasolina y el gas. El abastecimiento de agua potable se suspende con frecuencia. El 50% de los niños padecen desnutrición. El 90% de los hospitales carecen de equipamiento básico. Según recuerda López Blanch, debe añadirse que siete de los ocho proyectos de reconstrucción emprendidos por los gringos están en estado ruinoso Dicen que Bush cederá a las presiones si los senadores de su partido insisten en la retirada del grueso de las tropas. Dejaría bases militares estratégicas y la mayor embajada del mundo en el centro de Bagdad, compuesta por 27 edificios, algunos dotados de pistas de aterrizaje para helicópteros en las azoteas, ocupará 47 hectáreas, tendrá un personal fijo de 615 funcionarios y 1.200 soldados para resguardarla. Washington intentará seguir gobernando Irak desde este inmenso búnker, controlando el petróleo y defendiendo militarmente desde las bases militares tanto los negocios propios como a sus cada día más escasos aliados locales.De confirmarse estos pronósticos, la última trinchera para los agresores, quedan por resolver varios problemas. Primero, la recuperación de la soberanía iraquí pasa por la retirada de todas las tropas extranjeras. Segundo, asegurada esta precondición para la paz, la comunidad internacional exigirá a Estados Unidos y a sus aliados el pago de indemnizaciones por la destrucción provocada durante más de cuatro años. Tercero, la ONU comprometerá a sus miembros en la financiación de un plan de reconstrucción decidido por los representantes legítimos de Irak, algo imposible mientras sus ciudadanos no puedan elegir libremente a sus representantes. Cuarto, el Tribunal Penal Internacional convocará a Bush, Blair y Aznar para procesarlos por crímenes contra la humanidad. Hay que trabajar para estas perspectivas, buenos obstáculos a nuevas aventuras militares.
Rafael Morales
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0