Vergonzante pobreza y más familias en la miseria en España

Las últimas y degradantes noticias, en la que informa Caritas sobre la imparable pobreza en España, contabilizados solo los desamparados que van a sus comedores y albergues en solicitud de alimentos y vestimentas, es escalofriante. Otras no están registradas, porque no acuden a esa entidad caritativa, sino a otras que no cuentan para las estadísticas. Según sus datos contrastados, son ya 3 millones de personas las que han traspasado en el vergonzante umbral de la pobreza extrema, y ya están atrapados en ella, muy a sus pesares. Gran parte de esas gentes pobres, de miserable pobreza, malviven con unos 300 euros al mes.

Desde que comenzara en 2008, esta indigna crisis económica (maniqueada por la avara ingeniería de las altas finanzas globales), se ha duplicado en su número el afligido padecer de las clases trabajadoras y menos pudientes. Que parece no tener final conocido aún. Pobrezas que también sufren las familias por el coste del nivel de vida y las bajadas de los salarios; o en los pensionistas por el copago farmacéutico y la precariedad de sus pagas. Millones son las personas y familias, que sin estar contabilizadas, sufren las maltrechas penurias de la subsistencia diaria. Y la triste pobreza infantil, que hiere la vida de los infantes en un 27% en los menores de 16 años.

El servil Gobierno del Estado al stablismen financiero, que ha ganado las elecciones por haber sacado los votos de una gran mayoría de trabajadores, pero que nunca mencionó su malintencionado programa de expoliar las arcas del Estado. La Iglesia Católica ha recibido en este año 3013, 11.000 millones de euros, excluyendo las excenciones fiscales o los conciertos educativos. El rescate a la Banca española ha supuesto de los bolsillos del contribuyente 36.000 euros, para que sigan elaborando productos fraudulentos y arruinando a los pequeños e inocentes ahorradores. En gases lacrimógenos el Ministerio del Interior, que pretende disolver a los malignos manifestantes, gastándose un millón de euros, y 10 millones de euros en material antidisturbio, entre 2012 y 2016. Y rescatan las autopistas privadas deficitarias con un coste de 6.000 millones del erario público.

Nada de esta pobreza soluciona el indolente Gobierno Central, al cual le falta tiempo para indagar en nuevas patrañas de sus tropelías y corrupciones en su partido y en las personas ensobradas, de las cuales no sabe cómo salir indemne. Ellos, muy bien comidos, trajeados con los últimos modelos de 'Armani', corbatas de seda y cubiertos con tarjetas oro o negras, son exageradamente unos ineptos e irresponsables, y faltos de principios éticos, que ante un hecho tan deplorable, hubiesen dimitido. No conocen la cara del hambre y las penuria hogareñas que padecen tantos españoles por sus negligencias.

No comprendo qué hacen los mesiánicos de la farsa: el Presidente del Gobierno y sus ministros de Hacienda, Economía y Empleo, quienes prometieron sacarnos del desempleo y la miseria enquistada. Estos tienen por misión, inventar todos los días nuevas mentiras de embusteros compulsivos, para disfrazar sus ineptitudes administrativas y salvaguardar sus poltronas tan queridas y bien pagadas. Son el súmmum del asco de la inoperancia. Su orden es continuar las ultrajantes políticas económicas de la oligarquía financiera, para ahogar aún más a las clases precarizadas que dependen de un trabajo para simplemente vivir.

La miseria y el hambre ya se han institucionalizado en nuestro país. Gracias al Gobierno del PP, y también con la inestimable ayuda del FMI, el BCE, y la Comisión Europea, bajo la batuta del gélido gobierno alemán, con países sureuropeo. Todos ellos son los culpables de esta indigna vida que muchos padecen, han impuesto velozmente la Democracia neoliberal por la Democracia social. Han ido desmontando todo el Estado de bienestar social, para pasar a manos privadas, con pelotazos preconcebidos por los administradores políticos; destruir empleos y hacer pingues negocios con los recursos del Estado.

El país llamado España ha perdido los equilibrios sociales, se resquebraja en dos mitades bien diferenciadas. Quizás volvamos a la España profunda, a las dos Españas: la del señorito y la del empleado mendigante por un mendrugo de pan; a la de Machado “Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios / una de los dos Españas / ha de helarte el corazón”. Este flagrante desequilibrio lo ha dejado patente el año 2012, el número de millonarios en España ha aumentado en un 5,4%. (144.600 personas con un patrimonio superior al millón de dólares). En paradójico contraste con el aumento desbordado de la pobreza extrema aludida. La desigualdad en España está en su nivel más alto, junto a Lituania y Bulgaria, según Fundación Alternativa.