¿Son unos obstáculos los sindicatos para el Gobierno español?

En estos momentos la sociedad española-canaria, ven a los sindicatos como unos oportunistas, pero la mayoría de los trabajadores cuando tiene algún tipo de problemas laboral acuden a los gabinetes jurídicos de los sindicatos. Y más que acudirán con la nueva reforma laboral impuesta por el Gobierno de Rajoy, el cual no ha querido saber nada de los sindicatos mayoritarios a la hora de elaborar y aprobar dicho decreto por Ley; previéndose en un corto plazo un incremento mayor de la tasa de desempleo. Sindicatos y funcionarios son ahora las víctimas de una sociedad impotente, amargada y desesperada por no tener un empleo que pueda darles de comer y vivir con cierta calidad de vida. Esa es la propaganda negativa que hizo durante mucho tiempo el Gobierno de los mentirosos de Zapatero. Cierto es, que cuando se hizo la última huelga general fue tarde y sin sentido, lo que motivó llevar al fracaso a los sindicatos mayoritarios.

Como yo no creo en partidos ni políticos, salvo excepciones, el PP ya está demostrando que también quiere quitarse de encima a los sindicatos a la hora de negociar cualquier tipo de reformas o convenios laborales. De momento ser sindicalista, funcionario o periodista, conlleva a una reacción negativa e incluso violenta verbalmente por una parte de la sociedad española-canaria. Pero nadie quiere darse cuenta que en la época de las vacas gordas del ladrillo un obrero o peón albañil ganaba más que un funcionario. Y muchos políticos vivían y siguen viviendo de sustanciosos sueldos; patas negras y jambas de Huelva, acompañados de buenos vinos de crianzas Riberas del Duero. Rajoy, como otros tantos gobernantes de la sociedad española-canaria, son cortados por las mismas tijeras, pero vigilados y conducidos por la incombustible Ángela Dorothea Merkel. Ante esas estrategias de descrédito por parte del gobiernos estatal de la España del siglo XXI, Cándido Méndez y Toxo tendrán que hilar finos para convencer a la sociedad española de la credibilidad, transparencia y profesionalidad de sus respectivas fuerzas sindicales en la lucha por la defensa y los intereses laborales de los trabajadores.

Rafael Lutzardo