El país de la papa arrugá

Las otras islas eran de señorío: La Palma era el territorio del Señor Castro, que era de la misma tribu que Paulino, la tribu de las siete estrellas verdes extraoficiales. También era de esa tribu el señor Padrón del Hierro, que gobernaba la isla del ferruje desde tiempos inmemoriales, se decía que en el Hierro dios creó a Padrón, luego al Garoé y después a las quesadillas. La isla de la Gomera era gobernada por el señor Curbelo desde los tiempos de Gara y Jonay, ¡ que ya son siglos! Curbelo era de la tribu de Juan Fernando, el de un año ganas y al otro te vas marchando. En la zona oriental Maxorata tenía más inestabilidad. Gobernaba Cabrera, aunque había un marqués en la Oliva que pretendía echarlo del Palacio. En Lanzarote había una reina, la mujer pertenecía a la tribu de Juan Fernando, y para ser coronada tuvo que pactar con la familia de un antiguo rey odiado por Juan Fernando que ahora estaba preso en Tahíche.

En ese país tan variado y variable nació una papa arrugá muy particular. Esta papa era diferente a las demás. Siempre iba sola, también estaba cubierta de sal, pero era una papa diferente. Desde pequeñita la papa arrugá había sido rechazada por sus compañeras de saco. Después, cuando fue mayor, la papa arrugá también fue expulsada del caldero donde preparaban el sancocho. La papa llegó llorando a su casa. Su mamá le dijo que por qué no se había quedado en el caldero, y ella le respondió que la habían echado porque era diferente. La madre, preocupada, la llevó al médico, que le hizo unos análisis. Cuando el médico vio los resultados se llevó las manos a la cabeza y llamó corriendo a la madre de la papa arrugá, “venga por aquí inmediatamente”. La papa arrugá fue con su mamá al último centro de salud público clandestino, que todavía no había sido vendido por Mercedes Roldós. El medico miró a la papita con cara de pena: “señora, tengo que decirle algo horrible, su hija es alérgica al mojo picón”. La madre se echó a llorar: “ no puede ser doctor, es imposible, desde que estaba en mi vientre mi papita escuchaba el timple de Benito Cabrera, después la metí en una guardería dónde sólo admitían a niños canarios, allí le enseñaban a cantar 'Patria canaria' en la versión interpretada por Chago Melián, el que canta en los homenajes a Zerolo, después la llevé a todos los mítines de Coalición Canaria, luego le puse el programa 'Quiero ser como Pepe' para que desarrollara su vena artística. ” El médico la miró abriendo los ojos como un pulpo: “¡Ahí está el fallo, señora!” “ ¿Por qué doctor?” “Es que Pepe Benavente cantó en el mitin de Rajoy en las últimas elecciones. Eso pudo producir una reacción alérgica en la niña. Es muy difícil combinar las siete estrellas verdes con la rojigualda del antinacionalismo periférico disgregador de España. Por eso su hija, que por cierto es una papa arrugá preciosa, ha tenido una reacción alérgica al mojo picón. Lo peor no es eso, señora. Lo peor es que mientras su hija padezca esa alergia no podrá ser invitada a ninguno de los actos oficiales del día de Canarias, porque ¿cómo vamos a admitir a una papa arrugá alérgica al mojo picón en una fiesta canaria?”

Juan García Luján