Cada día son más los lectores y amigos que nos inquietan contándonos atropellos cometidos por los bancos en estos tenebrosos tiempos de crisis. En lugar de aplicar las normas con legalidad, pero también con flexibilidad, algunas entidades han decidido primar a los responsables de los cobros y recobros, de modo que la crisis propiciada por el sector financiero la acaben pagando los que menos posibilidades tienen de escaparse y de defenderse ante las tropelías. Por su virulencia, hoy les acercamos el primero de los casos que queremos ir exponiendo públicamente de comportamientos abusivos de la banca, por lo que les invitamos a que nos hagan llegar sus experiencias de manera breve y documentada. Estrena sección el BBVA, sección Albareda, que tiene al frente del centro especial de recobros a un individuo al que le acaban de meter una querella por apropiación indebida. Según la familia afectada, al buen señor, de nombre Alfredo, no se le ocurrió mejor cosa que embargar la cuenta de una señora a cuyo esposo ya le habían señalado como bienes de embargo un solar y un apartamento. Y lo mejor de todo es que el cliente ya había llegado a un acuerdo para renegociar y ampliar el plazo de la deuda, unos 20.000 euros de principal que, con el banco estirando el chicle de los plazos, ya va por casi 30.000.