El escenario de la industria audiovisual canaria, ésa que Paulino Rivero dijo este miércoles que defiende este Gobierno con un empeño extraordinario, está absolutamente revolucionado. La decisión del presidente de reservarse para el Ejecutivo la capacidad de repartir la golosa tarta de las producciones de contenidos de entretenimiento entre las productoras afines ha disparado todo tipo de especulaciones y ha dejado en la cuneta a la compañía que hasta ahora parecía gozar de todas las bendiciones, Socater. Propietaria de Prisa, Socater está participada por empresarios canarios, lo que no ha sido razón suficiente para evitar caer en desgracia en favor de productoras más afines al nuevo pacto de gobierno, que prefiere alejarse del grupo de los Polanco y acercarse a Antena 3 o a El Mundo TV. Mediapro es cuestión del director general, Guillermo García, que mantiene un enfrentamiento durísimo con el hombre de Prisa en Canarias, el hasta ahora intocable Xuancar.