Un presidente es un presidente, y quizá por eso no puede ir por ahí firmando hojas de solidaridad. No lo hizo, por ejemplo, el pasado viernes, a su salida de una entrevista en la Cadena Ser, en Las Palmas. Trabajadores de Antena 3, embutidos en sus camisetas de protesta, le pidieron la firma al presidente, pero por dos veces se opuso. Bien es cierto que su jefa de prensa, Flora Marimón, se llevó unas hojas para recoger apoyos, y también es cierto que el propio Adán Martín dijo minutos después que la cosa puede tener solución y que se iba a poner manos a la obra. De repente es mejor que estampar una firma. Pero que no cuente con Larry Álvarez para asuntos televisivos, que ya sabemos todos cómo las gasta y puede ser peor el remedio que la enfermedad.