Adán Martín se ha convertido en el primer presidente del Gobierno de Canarias que se digna visitar el recinto de un festival que patrocina ese mismo Gobierno. Jamás se dejaron caer por allí Manuel Hermoso ni Román Rodríguez. El primero entendemos que porque el invento era asunto de Lorenzo Olarte, por entonces consejero de Turismo y Transportes, y el segundo porque quizá se dejó contagiar más de la cuenta por las filias y las fobias de Juan Carlos Becerra, que patrocinaba pero con reticencias. No queremos pensar ni por asomo que los recelos de Becerra tuvieran que ver con el hecho comprobado de que una vez, siendo viceconsejero de Turismo con Olarte, un guarda de seguridad le impidió el paso a la zona de invitados del festival. Política de Estado que se llama. Pero volviendo a Adán, el sábado estuvo en el Womad, y se dejó querer por el personal, de amañadito y listo que es el puñetero.