A partir de que este lunes sea devuelto en Lanzarote el poder a los clanes mafiosos que operan en la isla, quedará expedito el camino para que los grandes intereses campen a sus anchas y consigan sus propósitos. Además del Plan General de Arrecife, una de las piezas de investigación de la Guardia Civil y del juez Pamparacuatro, en la hoja de ruta figura la legalización de la veintena de hoteles declarados ilegales por sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, algunos de los cuales cuentan con insignes accionistas a los que, presuntamente, se les han pagado favores con participación societaria. La presencia de los socialistas en el Cabildo impedía estas legalizaciones, que desde el Gobierno de Canarias tendrá la complicidad necesaria a través de la Ley de Medidas Urgentes, un cajón de sastre que santificará la impunidad conejera, además de otros efectos perniciosos tan bien descritos recientemente por el alto funcionario Faustino García Márquez.