El éxito de Gran Canaria en la despedida del año 2009 lo fue también sin duda para la principal zona turística de Canarias, San Bartolomé de Tirajana, que cedía su cielo, su faro y hasta sus turistas para conseguir un cuadro que seguro causó envidia en muchos puntos del planeta donde en aquellos mismos instantes inauguraban el año muertos de frío. Y hasta de winter blues, que diría nuestra inigualable Rita Martín. Pero ese éxito no lo quería presenciar la alcaldesa, María del Pino Torres, de Nueva Canarias, que consideró que aquello era “una fiesta socialista”. A punto estuvo de chafarse todo por alguna que otra pega municipal a las preceptivas licencias para celebrar el acto con el que Canarias saludó a España y al mundo en este nuevo 2010. Además, la alcaldesa hizo mutis por el foro alegando primero que tenía que preparar la cena en casa y, a continuación, que debía acudir a las verbenas de los distintos barrios, que es donde Nueva Canarias saca sus votos. Y no en esas boberías que sirven para promocionar el destino turístico y salir de la crisis.