Dimas Martín sigue haciendo vida normal, casi igual que aquel paciente que acude al médico asustado por alguna dolencia incómoda y sale encantado de la sanidad pública tras escuchar del galeno que todo está en orden. “Ande, buen hombre, tómese este placebo y haga vida normal”. Pues eso, Dimas hace vida normal, se reincorpora a su despacho cual ministro con cartera, despacha con su equipo ante cámaras de televisión y fotógrafos, y hasta firma convenios con empresas públicas del Gobierno. No pasa nada. Y por si había alguna duda, hasta se permite declarar que los culpables no están condenados, y los culpables son los del PSOE. Nosotros, siempre puñeteros, nos permitimos recordar para aquél o aquélla que se incorporara tarde al culebrón, que Dimas Martín está condenado a tres años de cárcel y ocho de inhabilitación por cohecho, concretamente por comprar a un concejal del PP en el Ayuntamiento de Arrecife para hacer alcaldesa a una mujer del PIL, partido ahora aliado a Coalición Canaria. El PSOE, como ven, pobrecito de él, nada tiene que ver con el conchabo.