Continúan las gestiones para resolver el conflicto internacional generado por la huelga de hambre que protagoniza, hace ya cinco semanas, la activista pro derechos humanos Aminatou Haidar en el aeropuerto de Lanzarote. Los resultados se hacen esperar mientras se van conociendo detalles sobre su estado de salud: sus colaboradores hablan de que Aminetou sólo se expresa a través de una voz muy tenue, que su debilidad es cada día más palpable. La activista sigue sin permitir ser reconocida por su médico de cabecera, el doctor Guzmán, por lo que hay que remitirse a los últimos exámenes médicos, realizados el pasado 6 de diciembre, cuando fue visitada por una comisión judicial compuesta por un juez y una médico forense. Desde entonces hasta este lunes, el deterioro de la activista es patente, a pesar de que, como divulgara la agencia EFE, presenta un peso de 57,6 kilogramos, que se corresponden adecuadamente con su estatura, 1,65 metros.