Hay mucha satisfacción en el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, en el Cabildo de Gran Canaria y en los ayuntamientos de la isla por la resolución del largo conflicto de los bomberos. El diálogo finalmente se abrió paso y el acuerdo se alcanzó con plena satisfacción de las partes, hasta tal punto que las enconadas actitudes se tornaron piropos el día que se firmó la paz. Pero con tanto trasiego por lo conseguido, a unos cuantos se les ha olvidado el nombre de los verdaderos artífices de este acuerdo, dos personas que en una asamblea del consorcio dieron un paso adelante y se ofrecieron a elaborar una propuesta de consenso. Se llaman Ángel Víctor Torres, alcalde de Arucas, y Óscar Hernández, concejal de Agüimes. Ambos son desde la semana pasada bomberos de honor de Gran Canaria. Al menos para nosotros.