Cada vez que puede, la ex alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, saca a relucir el que posiblemente fuera su proyecto urbanístico de cabecera: la Gran Marina. De hecho, todavía luce en una de sus muñecas (disculpen ustedes la imprecisión) la famosa pulserita verde cuya adquisición y reparto entre los ciudadanos costó la módica cantidad de 36.000 euros. Aquel proyecto fracasó porque, aunque a veces pueda parecer increíble, lo que se monta sobre la ilegalidad termina cayendo por su propio peso. Para la Gran Marina, Pepa, Pepe y Manolo se trajeron a unos arquitectos estrellas del mundo mundial con los que ningunearon a los profesionales de aquí, que ni siquiera pudieron concursar. Pero no deben ser malos los arquitectos canarios porque acabamos de saber que el estudio de arquitectura de Joaquín Casariego y Elsa Guerra ha sido seleccionado entre los seis finalistas que desarrollarán el frente marítimo de Ho Chi Minh, en Vietnam. Al concurso se presentaron 78 propuestas de 26 países, pertenecientes a cinco continentes.