Dice el Niño Bravo en la web del PP de Santa Brígida que hay que animarse, hombre, por Dios, y adoptar un perro. Está publicado después de que el alcalde de la villa, nuestro distinguido Lucas Bravo de Laguna, visitara el albergue de mascotas de la localidad el pasado 11 de agosto, y recordara urbi et orbi que la ordenanza municipal castiga muy duramente el abandono de animales de compañía. Por eso adquiere especial gravedad la noticia que hemos ofrecido este viernes acerca de un comentado atropello de un perro labrador a la altura de la curva de El Molino. El animal estuvo horas agonizando al borde de la carretera y en la perrera municipal, a donde los trasladaron los vecinos, sin que ninguna autoridad competente o incompetente se interesara lo más mínimo o respondiera a las llamadas de petición de ayuda por parte de los conductores. Y todo porque el veterinario municipal está de vacaciones y no hay quien lo sustituya. Finalmente el animal fue sacrificado en una clínica veterinaria privada de Tafira Alta, Las Palmas de Gran Canaria.