El otro socio del PP en Telde, Coalición Canaria, ha terminado por ser víctima de su mala gestión de los tiempos políticos. Su constante negativa a pactar con Nueva Canarias ha fortalecido las posturas de los que, dentro de ese partido, sostienen que ahora ya no conviene tomar el poder. Los más críticos con Pablo Rodríguez, el líder local de CC, le acusan de haberles engañado en dos ocasiones, la primera cuando no acudió a una reunión convocada cuando su partido se quedó fuera de los pactos con el PP en el Cabildo. Y volvió a traicionar a su eventual socio cuando se dieron los acuerdos electorales de 2011 en toda la provincia excepto en la ciudad de los faycanes. Ahora no quieren saber nada de él y prefieren que se vaya sancochando a fuego lento haciendo equilibrismo entre las áreas que le han caído en desgracia gestionar (entre otras el urbanismo de José Luis Mena y Guillermo Reyes) y el apoyo que está obligado a prestar a una alcaldesa con petición de cinco años de cárcel en su libreta de baile. Nueva Canarias quiere que Castellano dimita, aunque en su obtuso comunicado de este fin de semana no lo pidiera formalmente, y que le sustituya otro concejal u otra concejala del PP. Apoyará al gobierno municipal sólo en los asuntos ya anunciados, foro anticrisis, foro por el empleo y plan de rehabilitación urgente para el Valle de Jinámar. De resto, fuego al caldero, que la alcaldesa y quienes le apoyan se cuezan en su propio jugo. El PSOE asiste al esperpento desde la barrera, imposibilitado de hacer algo con los dos concejales a los que les condenó el electorado teldense. Más por Telde, con un edil, ya se imaginarán ustedes. Si la alcaldesa no dimite ni sus socios mueven ficha, uno por estar apestado y el otro por pusilánime; si Nueva Canarias se apunta a bruta y no da un paso, y si nadie hace una moción de censura, Telde vuelve al hoyo. Y mientras tanto, los vecinos, a sufrir las inclemencias de un Ayuntamiento al borde del colapso una vez más.