Llegan los calores y la vuelta a la playa, y la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria estrena una Bandera Azul, la que ha correspondido por primera vez en la historia a la playa de La Laja, en el extremo sur de la urbe. Es una buena noticia que refleja que, a pesar de los pesares, hay cosas que están funcionando en este Ayuntamiento. Aunque sea una bandera estacional, sólo para la temporada de verano, la obtenida para La Laja significa que esa playa cumple con los parámetros de calidad de sus aguas, accesibilidad y servicios. Lo que significa que cuando alguien se lo propone (parece que la medalla hay que colgársela al concejal Héctor Núñez) es posible incrementar la oferta de ocio y deporte a los ciudadanos. Con el permiso de la Consejería de Sanidad, que se pone demasiado remolona para incluir más playas en el Plan de Calidad de Aguas, requisito indispensable para que sean analizadas y se concedan las ansiadas Banderas Azules.