Este periódico es, sobre todo, de sus lectores, y a ellos dedicamos secciones específicas, como en la que se recogen sus opiniones casi en tiempo real. Algunos lectores nos mandan a menudo cosas realmente sustanciosas, como la que nos hizo llegar este miércoles Marino Aldia, que se preguntaba por qué las maniobras militares que se celebran cerca de El Hierro se llaman Sinkex. Y él mismo se contestaba: “sink” es hundido, in inglish, y ex, el apócope de exercise, palabro británico igualmente. O sea, ejercicio para hundir, o similar. “¿Y qué se hundió?”, vuelve a preguntarse el atrevido lector, para contestarse a continuación que seguramente han sido dos barcazas de desembarco, la A-06 y la A-08, y un remolcacor el A-43 Ferrol, que desaparecieron de la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria días antes de que dieran comienzo las maniobras y por donde apareció de improviso el remolcador A-101 Mar Caribe. Ahora viene lo más jugoso de las aportaciones de nuestro lector: dada la polémica ecológica de estas maniobras, ¿alguien se ocupó, además, de descontaminar previamente esos buques, con más de cuarenta años de antigüedad sobre sus cuadernas? Porque dice este iniciado colaborador que lo normal en este tipo de navíos es hundirlos en vez de reciclarlos en chatarra de metal. Nosotros ni entramos ni salimos, que lo mismo nos llevamos un petardazo. Pero queden ahí las dudas, flotando en las inmediaciones del paralelo 28.