Alguien debería ir proponiendo ya la designación de una calle de La Graciosa en honor de don Sabino Arana o, en su defecto, de don Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga. Porque gracias a los votos del Partido Nacionalista Vasco acaba de prosperar en el Senado la propuesta se la senadora popular Loli Luzardo para que el Gobierno instale de manera permanente en ese islote un puesto de la Guardia Civil. Además de los votos del PP y del PNV, la iniciativa contó con el respaldo del senador de CC, Alfredo Belda. El PSOE votó en contra, quizás por aquello de ahorrar gastos, como hace ahora el Gobierno con los controles de alcoholemia. Desconocemos la necesidad de un benemérito puesto graciosero -ya existe uno de la Policía Local de Teguise ahí- pero resulta sumamente curioso el apoyo abertzale al despliegue de la Guardia Civil allende sus fronteras históricas al sur del río Ebro.