El jefe del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Luis Pascual González, emitió su informe sobre la solicitud de Del Río /Rosa el 28 de diciembre de 1998 con la suficiente sutileza para que pudiera ser utilizado como un plácet sin incluir la palabra “autorización”, o alguno de sus sinónimos. En concreto, este técnico habla de “conveniencia” o de “oportunidad” a la hora de valorar la autorización de la bodega, omitiendo cualquier mención relativa a la compatibilidad de las obras con los fines de protección que motivaron que el barranco del Obispo fuera declarado paisaje protegidola actividad proyectada se encuentra en espacio natural protegido?, ¿se considera esa actividad compatible con los fines de protección?; en caso de considerarse compatibles, ¿podrían lesionar valores específicos de protección las características o localización concretas proyectadas? Y fíjense con qué párrafo bendice el proyecto: “En cuanto a la construcción de la bodega, es importante reseñar la importancia (sic) del desarrollo de la industria vinícola para garantizar el mantenimiento de los valores agrícolas, paisajísticos y culturales y naturales de los cultivos de viña incluidos en el Paisaje protegido de La Geria”. Con esa filosofía, y en aras del mantenimiento de la industria turística, ya vamos comprendiendo lo de los hoteles ilegales.