Algunos socialistas canarios, muy poquitos, casi estamos por asegurar que uno solo, estaba desde el lunes en las claves de la remodelación del Gobierno de Zapatero. El presidente del Gobierno mantenía contactos continuos con la dirección regional del PSC, a la que agradeció en dos ocasiones el esfuerzo realizado para alcanzar el acuerdo que se firmó de manera satisfactoria el lunes con Ani Oramas y Claudina Morales. La ministra Salgado también lo llamó a José Miguel Pérez porque valoraba el alcance que iba a tener que los Presupuestos Generales del Estado superaran su primer escollo en el Congreso de los Diputados. Pero Zapatero veía un poco más allá y conseguía que los nacionalistas vascos y canarios garantizaran la gobernabilidad hasta 2012, lo que exasperó sobremanera a Rajoy y lo que, a la postre, condujo a que Soria rompiese en Canarias con CC. La dirección socialista canaria conocía la remodelación de ZP desde el lunes y la salida de la Secretaría de Organización de Leire Pajín, a la que se acaba de premiar con un ministerio para que las tensiones en la Federal se alivien de alguna manera. Por eso no hubo alarma en el PSC cuando se supo que se aplazaba la resolución de la crisis de las gestoras. Había algo más importante que resolver antes.