Son oficiales, pero menos. Son coches del Servicio Municipal de Limpieza, conducidos por chóferes u operarios adscritos a ese departamento. Esa es la manera que ha encontrado la muy pintoresca concejala de Limpieza de Las Palmas de Gran Canaria, Carmen Guerra, para desplazarse de manera oficial por el municipio sin tener que transgredir de manera muy descarada la promesa de su partido, el PP, de aparcar los vehículos de representación y utilizar el transporte público o el coche privado. No son camiones compactadores, ni barredoras, ni cubas baldeadoras, ni furgonetas de traslado de operarios, según hemos podido saber, sino vehículos tipo turismo. Es decir, al estrambote que se inventan para que no se diga, se une el dislate de tener que prescindir de un coche destinado a tareas específicas del servicio de limpieza (inspección, mayormente) para que la ilustrísima señora concejala pueda trasladarse por la ciudad. Esto marcha y no ha hecho otra cosa que empezar.