Un problema menos para el Partido Socialista Canario. Casimiro Curbelo parece haber asumido con estoica disciplina de militante de base la decisión de la cúpula federal del PSOE de dejarlo fuera de las listas al Senado el próximo 20-N. Su cabreo inicial se ha ido aplacando poco a poco, lo que hace que se descarte cualquier posibilidad de que se presente como independiente o que, puestos dramáticos, abandone la militancia del partido con el que ha conseguido ser alcalde, presidente del Cabildo, diputado regional y senador desde que se incorporó a esas siglas a principios de los ochenta. “Se presentará por designio suyo otro candidato y conseguiremos el acta de senador”, aseguraba este domingo un dirigente regional del PSC, sabedor como toda la Ejecutiva de que el respaldo electoral del presidente del Cabildo gomero no se ha visto resentido por los recientes acontecimientos que ha protagonizado en Madrid. El primer escollo que ha de asumir ahora el PSC es, por lo tanto, el incendio palmero, que parece bajo control al menos hasta después del 20-N.