Finalmente se ha caído de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife Pedro Anatael Meneses, representante del Estado en ese organismo y voz independiente y crítica -además de autorizada- contra proyectos marcianos tipo Granadilla. Él sabía perfectamente lo que se le venía encima el día que decidió no callarse ni dentro de su partido, el PSOE, ni dentro de la Autoridad Portuaria, donde ha ejercido de auténtico Pepito Grillo frente al inigualable Luis Suárez Trenor. Puertos del Estado ha aplicado su propia coherencia, porque es coherente que un consejero que le representa en un puerto no vaya por libre contra las resoluciones del propio organismo. Pero no sólo ha sido ésa la razón. Las tocadas de narices de Anatael han sido muchas, especialmente las dirigidas a su partido, que le ha permitido casi todo. Pero el que más ha presionado para su caída no ha sido Juan Carlos Alemán sino el mismísimo Adán Martín. Hizo todos los esfuerzos que no hizo para tumbar a Arnáiz.