Conocemos el caso de empresarios que sufrieron años de gestiones ante el Ayuntamiento de Paco Santiago para poder desarrollar una gran urbanización, y al final hasta se hicieron amigos del ex alcalde. Porque Paco Santiago seguramente pediría para el partido, como hacen todos, pero para quien más pedía era para el patrimonio público. Hay casos de promotores que han terminado cediendo para lo público hasta un 30% de aprovechamiento medio, cuando la ley de entonces estaba justo en la mitad (luego vino Aznar y la bajó a un diez, ya saben, para mejor proveer). Pues bien, cuando llegaron los ganadores de 2003, esa pandilla de desalmados que han dejado al municipio a la altura del betún, empezó el asalto a lo público, y ni siquiera se construyeron viviendas públicas aprovechando la gran cantidad de suelo municipal disponible. Y ahora, el actual alcalde, en un gesto que pretende ser de valentía, anuncia que enajenará ese patrimonio ¡para pagar sentencias judiciales! Un escándalo que pasará desapercibido.