La otra majorette que ha animado el cotarro es Manolo Soria, que apareció este domingo en Canarias7 tras cierto desdén y enfriamiento coyuntural (de coyuntura, que no de coyunda) en las relaciones. El vicepresidente del Gobierno, entrevistado por el director de la publicación, Francisco Suárez Álamo, reclama que ZP le pida disculpas públicas por ser el secretario general de un partido, el socialista, que ha pedido su dimisión por su comportamiento en el caso Salmón. Poco que comentar de memez así. Pero la entrevista contenía otras perlas, como eso de que “algo muy grave está ocurriendo en Canarias con las investigaciones y las escuchas”. Pues sí, como por ejemplo, que gracias a las actuaciones de los jueces, los fiscales y la Policía se ha desenmascarado parte de la extendida corrupción que el vicepresidente parece querer tapar al ponerlos a todos en entredicho. Escuchas como las del caso Eolo, por poner el primer ejemplo de altos cargos del PP imputados por corrupción, han servido incluso para que cayera nada menos que un magistrado, presidente de una Audiencia, por más señas.