No se corta un pelo el vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, a la hora de mentir, incluso solemnemente. Este miércoles volvió a hacerlo en el Parlamento, cuyas vetustas y apolilladas paredes ya se han acostumbrado a escuchar a este personaje profiriendo todo tipo de patrañas, la mayor parte de las veces para salvar su trasero o el de su hermano en casos relacionados directa o indirectamente con la corrupción. Su mentira de este miércoles tiene que ver con nosotros, y como tenemos las pruebas documentales que acreditan lo que decimos, se las vamos a ofrecer aquí y ahora a todos nuestros lectores para que saquen las conclusiones oportunas. De entrada les aseguramos que Soria sí ha utilizado su condición de cargo público para denunciar periodistas, contrariamente a lo que afirmó ante la Cámara este miércoles.