Pero las colosales contradicciones de los miembros de la Mesa del Parlamento por el tercio del pacto PP-CC, contaminados por un obsceno pacto entre Soria y Adán, llegaron al sumum cuando se les planteó la posibilidad de adoptar el mismo acuerdo de acudir a la Fiscalía ante dos casos que igualmente podían considerarse coacciones a sus señorías y señoríos. Así, el PSOE puso sobre la mesa unos sabrosos recortes de prensa en los que se recogían unas declaraciones del hoy exonerado Alberto Amorós anunciando acciones judiciales para el caso en que resultara acusado por el Parlamento. No ha lugar, dijeron las sesudas mentes nacionalpeperas, que se miraban entre perplejas y azoradas ante cada una de las propuestas de acuerdo que proponía el representante del PSOE. Omaíta, en concreto, se desencajaba por momentos.