No pudimos asistir este martes a la comida que el alcalde Soria (provincia de Las Palmas) ofreció a los directores de los medios de comunicación y al ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, que pasaba en esos momentos cerca del Club Náutico. No pudimos asistir, aclaramos, porque teníamos otros compromisos y porque, como viene siendo norma desde que Soria es alcalde, no nos invita, ni nos manda sus notas de prensa ni nos obsequia con alguna de esas pastorales dominicales que firma el mismísimo alcalde, a veces in leérselas siquiera. Ese desprecio a una obligación de una institución pública, no es obstáculo, óbice o valladar para que no nos enteremos de las cosas que pasan en su entorno. Por ejemplo, que es la primera vez que se produce la visita oficial de un ministro y que no sea la Delegación del Gobierno la que organice todos los actos, incluidos los almuerzos, cenas y cócteles. La invitación partió del Ayuntamiento, es decir, Soria invitó como alcalde, lo cual significa que el almuerzo lo pagó el Ayuntamiento de la ciudad. Una muestra más de cómo aprovecha Soria todo lo que tiene a mano para postularse, empezando por los pregones y terminando por los presupuestos municipales. Por cierto, muy llamativa la presencia en el almuerzo del propietario de Canal 25, también conocido como don Francisco, un conocido comunicador que defiende a la vez las tesis del PP y posturas xenófobas, además de ser poseedor de un estilo y una manera de hacer las cosas muy poco ortodoxas. Está bien eso en la misma mesa del ministro de Asuntos Sociales.