La conversación entre Santana Cazorla y Tomás Lorenzo se produce el 20 de enero de 2007 a las 13.52. Es el empresario quien llama al concejal, probablemente para interesarse por la marcha del expediente de la depuradora de Taurito, que traía a todos ellos por la calle de la amargura. El concejal empieza piropeando el descapotable con el que acaba de ver pasar al empresario, que se lo ofrece “para cuando lo quieras probar, ya sabes dónde está”. Santana Cazorla se lanza luego a degüello y pregunta: “Lo del agua, ¿ya hizo este el informe?”. “Este”, por si no lo captan, es Adrián Guerra, técnico del Ayuntamiento, que se niega a hacer el informe que venía bien al empresario. Tomás le contesta que “los informes de momento son negativos”, lo que incomoda a Santana Cazorla, que le pregunta por los motivos: “Por el tema de los precios, porque dice que esos precios no están en el mercado”. Pero el concejal se compromete a visitar al empresario al siguiente lunes en sus oficinas en Anfi.