Segunda entrega periodística sobre lo que ha quedado fuera del secreto en el sumario de la operación Unión. Y segunda confirmación de que esto huele que alimenta. Si este lunes publicábamos que Fernando Becerra, hermano de Ubaldo y de Juan Carlos, había tratado de sobornar al socialista Carlos Espino, este martes se ha puesto negro sobre blanco que los dos concejales de Arrecife más sospechosos de la trama, Ubaldo Becerra y José Miguel Rodríguez, aceptaron sobornos a cambio de favores políticos. O al menos así lo han reconocido ante el juez, que tiene bemoles la cosa. Por si no lo recuerdan, estas dos joyas de la política lanzaroteña prestaron sus respectivas y muy honorables firmas a la moción de censura que habrá de descabalgar al alcalde socialista de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla, para que le sustituya el muy popular Cándido Reguera, que pone cara de yo no fui. Los corruptos van a la oficina y el PP recoge los frutos de tanta podredumbre.