Memorable puede ser una buena definición de la rueda de prensa ofrecida el pasado viernes en la sede central del PP, en Madrid, por parte de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el presidente del PP canario, José Manuel Soria. El motivo central, comentar el archivo del caso salmón por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y arremeter ferozmente contra Juan Fernando López Aguilar y contra Carlos Sosa, el periodista denunciante de aquel trato de favor recibido en sentido de ida y de vuelta por el líder canario del PP y el fallecido empresario noruego Björn Lyng. Pero el detalle más significativo no estuvo en el amplio catálogo de diatribas y de originalidades soltadas por Soria, sino en la profesionalidad que demostró Cospedal, que mantuvo el tipo como si defendiera a Soria con la convicción de su más conspicua seguidora. Pero, en realidad, la secretaria general del PP no soporta los modales de su compañero canario.